La agencia internacional Reuters constató que los misiles no golpearon los edificios que tenían como objetivo y desmontó la operación de propaganda del Kremlin. El operativo ocurre una semana después del devastador ataque en Makiivka que causó más de 100 muertes entre las tropas de Putin
Un ataque ruso con cohetes contra la ciudad ucraniana de Kramatorsk causó daños pero no destruyó edificios y no hay señales evidentes de víctimas, dijo un testigo de Reuters el domingo, después de que Rusia dijo que con el bombardeo había matado a 600 soldados ucranianos.
Reporteros de Reuters visitaron las dos residencias universitarias que, según el Ministerio de Defensa ruso, albergaban temporalmente a militares ucranianos cerca de la línea del frente en el momento del ataque nocturno.
Ninguna de las dos parecía haber sido alcanzada directamente por los misiles ni haber sufrido daños graves. No había señales evidentes de que los soldados hubieran estado alojando allí y no había rastro de cadáveres ni de sangre.
En el albergue 47 se veía apenas algunas ventanas rotas, junto a un patio con un gran cráter.
El otro edificio mencionado por el Ministerio de Defensa ruso, el albergue 28, estaba intacto. A unos 50 metros, cerca de unos garajes, había otro cráter.
Las autoridades de Kiev no hicieron comentarios inmediatos sobre el ataque ni sobre la afirmación rusa de cientos de víctimas. El alcalde de Kramatorsk había declarado antes que no había habido víctimas.
El Ministerio de Defensa ruso dijo el domingo que el ataque con cohetes era una represalia por uno ucraniano a principios de este año contra un cuartel ruso en Makiivka, en la parte de la región de Donetsk controlada por las fuerzas de Moscú, en el que murieron al menos 89 militares, según el balance oficial ruso, mientras que los no oficiales son bastante mayores.
El Ministerio ruso afirmó en un comunicado que había usado lo que calificó de información fiable para atacar a las tropas ucranianas. Más de 700 soldados ucranianos habían sido alojados en un albergue y más de 600 en otro, dijo.
“Como resultado de un ataque masivo con misiles contra estos puntos de despliegue temporal de unidades del Ejército ucraniano, más de 600 soldados ucranianos fueron destruidos”, comunicó el Ministerio de Defensa. No aportó mayores evidencias.
De ser cierto, sería la mayor pérdida de militares ucranianos desde que comenzó la invasión rusa del 24 de febrero del año pasado.
Ninguno de los bandos de la cruenta guerra, que ya ha entrado en su undécimo mes, suele revelar sus pérdidas.
Pavlo Kyrylenko, gobernador ucraniano de Donetsk, había declarado antes que Rusia había lanzado siete ataques con misiles contra Kramatorsk.
Oleksandr Honcharenko, alcalde de Kramatorsk, dijo a primera hora del domingo que el ataque había dañado dos centros educativos y ocho edificios de apartamentos y garajes, pero que no hubo víctimas.
Se cree que Ucrania ha dejado de alojar a las tropas juntas tras un ataque con misiles rusos a una base en el oeste de Ucrania en marzo, en el que murieron decenas de personas.
La práctica de alojar a los soldados juntos también quedó en evidencia tras el ataque ucraniano a Makiivka este mes. Los mandos militares rusos fueron objeto de duras críticas en Rusia por no dispersar sus fuerzas.