Roscosmos prevé que el viaje a la Estación Espacial de un equipo formado por una actriz, un conocido cineasta y un cosmonauta se inicie el 5 de octubre.
Rusia quiere vencer también en la carrera espacial cinematográfica. Un pequeño equipo formado por una conocida actriz rusa, un renombrado cineasta y un veterano cosmonauta ultiman los preparativos para viajar el próximo 5 de octubre a la Estación Espacial Internacional (ISS, en sus siglas en inglés), donde grabarán El desafío, el primer filme rodado en el espacio. Seis décadas después de que el soviético Yuri Gagarin se convirtiese en la primera persona en orbitar la tierra y superar así a Estados Unidos en plena Guerra Fría, Moscú acelera para adelantarse al proyecto estadounidense en el que aún trabajan Tom Cruise y el director Doug Liman, en colaboración con la NASA y Space X, la compañía del multimillonario Elon Musk.
La película, que contará la historia de una cirujana que debe viajar al espacio para tratar de salvar la vida de un astronauta enfermo que no puede regresar a la Tierra, llega precedida de una cuidada sincronización y una trabajada campaña de publicidad. Roscosmos (la corporación estatal espacial), el Canal Uno (el más visto del país) y la productora Yellow, Black and White, anunciaron el año pasado la película, cuatro meses después que el proyecto de Holywood. Poco después, revelaron que la protagonista sería una mujer y abrieron un cásting para seleccionarla. Buscaba “una verdadera súper heroína para ir a las estrellas… al mismo tiempo que convertirse en una gran estrella internacional”.
Las candidatas, a las que no se requería experiencia como actriz, debían tener entre 25 y 40 años, ser de nacionalidad rusa, pesar entre 50 y 70 kilos y tener una circunferencia pectoral de hasta 112 centímetros. Además, debían poder correr un kilómetro en tres minutos y medio, nadar 800 metros estilo libre en 20 minutos y lanzarse desde un trampolín de 3 metros “con una técnica impresionante”, decía el anuncio. Se presentaron 3.000 mujeres. La prueba final para las 20 finalistas que pasaron las diversas pruebas fue, además de un nuevo examen médico, recitar un texto de Aleksandr Pushkin.
Finalmente, la elegida para protagonizar la cinta del popular Klim Shipenko –director de varias películas muy taquilleras en Rusia y cuyo nombre también se mantuvo en secreto hasta el gran anuncio— ha sido Yulia Peresild, de 36 años, que ha encabezado varias series y películas en Rusia y a quien se le atribuye muy buenas relaciones con la órbita del Kremlin.
Peresild, Shipenko, de 38 años, y el cosmonauta Anton Shkaplerov, que en la que será su cuarta misión guiará la nave Soyuz MS-19, en la que se dirigirán a la ISS, viajarán junto con un equipo de suplentes este sábado al cosmódromo de Baikonur (Kazajistán). Permanecerán allí 12 días, ha comentado la actriz este jueves en una rueda de prensa en Moscú. “Es demasiado tarde ya para tener miedo”, ha comentado con una sonrisa. En un país con una larga tradición de cosmonáutica y orgullo nacional y en el que muchos niños han soñado con viajar al espacio, Peresild ha confesado que nunca fue uno de sus anhelos. Ahora se reconoce “emocionada”. “Es maravilloso, las posibilidades son infinitas”.
La actriz, el cineasta y el coronel Shkaplerov —junto a sus suplentes—han pasado por meses de pruebas médicas y riguroso entrenamiento “casi militar”, comentó Peresild. “Somos personas creativas y durante la preparación costó entrar en un régimen tan estricto, donde todo era extremadamente serio y casi no se podía bromear, aunque pese a todo hacíamos chistes”, contó la actriz. Para Shipenko, que mide 1,89, lo más difícil fue el entrenamiento en la nave. “Para aquellos que quieran ser turista espacial, que no se preocupen, pronto se prometió agrandar las sillas para que fueran más cómodas para los altos”, bromeó. El cineasta se enfrenta también al reto de encargarse de la cámara (adaptada para trabajar en ingravidez), la iluminación y el sonido.
Ahora que se vive de nuevo un boom del turismo espacial, Rusia, que llevó entre 2001 y 2009 a siete turistas en ocho vuelos a la rusa Soyuz y a la ISS, da con la producción de El desafío otra vuelta de tuerca en un momento en el que está perdiendo terreno en el avance tecnológico. Roscosmos asegura que la película, cuyo presupuesto no se ha revelado, no se financiará con dinero público, sino que será el Canal Uno quien cubra los gastos, aunque la corporación estatal espacial si se hace cargo del entrenamiento y sus costes.
No obstante, El desafío no es la primera película que Rusia prepara para rodar en el espacio. En el año 2000 se anunció El último viaje, de Yuri Kara, protagonizada por Vladimir Steklov. Sin embargo, después de dos años de preparación –incluido casi un año de severo entrenamiento del actor—y a falta de 12 días del lanzamiento, el rodaje se suspendió. El equipo de ‘El Desafío’ pasará, si todo sale según lo previsto, 12 días en el espacio. El proceso de recuperación a la vuelta será justo ese mismo, según marca la ley rusa, explica por videoconferencia en una entrevista el cosmonauta Mijaíl Kornienko, que ha comandado dos misiones. “Desafortunadamente, la rehabilitación tras el viaje es un proceso difícil y desagradable, el cuerpo debe adaptarse nuevamente a la gravedad de la Tierra y es doloroso”, dice. “Además, para un vuelo espacial no solo las características físicas y la salud son importantes, también lo es tener una psique fuerte. Es difícil estar en un entorno agresivo, en un espacio cerrado durante mucho tiempo”, comenta el cosmonauta, que ha estado en el espacio un total de 516 días y ha hecho dos caminatas espaciales.
Para Kornienko, la película está algo lejos de los proyectos científicos en los que él ha participado: “Es un tema cultural. Si hacen una buena película sobre la ISS, sobre el espacio, no solo una ficción, despertaría aún más el interés sobre el cosmos de la ciudadanía”.