Una auditoría revela que entre 2004 y 2015 la Tupac Amaru recibió más de 1200 millones de pesos para levantar casas, pero 56 por ciento de ese dinero se usó para otros fines.
Más de la mitad de los fondos que los gobiernos de Néstor y Cristina Kirchner transfirieron entre 2004 y 2015 para la construcción de viviendas en Jujuy a la Tupac Amaru, la organización social que lidera Milagro Sala, tuvieron otro destino, hasta hoy desconocido.
El dato surge de una auditoría que la Oficina Anticorrupción de Jujuy hizo en los últimos tres meses en los departamentos de la provincia en los que las cooperativas de la Tupac Amaru construyeron viviendas durante la era kirchnerista.
Según el informe de la auditoría, a lo largo de 11 años la organización de Sala recibió 1.282.654.656 pesos del Ministerio de Planificación Federal de la Nación, entonces a cargo de Julio De Vido, para levantar casas en casi toda la provincia. De ese total, 726.724.717 pesos (el 56,6 por ciento) fueron erogados, pero no ejecutados. Es decir, esos recursos salieron de las arcas nacionales, pero no se usaron para construir viviendas.
Sala está presa desde principio de año, imputada por los delitos de asociación ilícita, fraude a la administración pública y extorsión.
En principio se la detuvo por tumulto e instigación a cometer delitos, cuando el campamento que había montado frente a la Casa de Gobierno de la provincia para reclamar por los cambios en la distribución de la ayuda social que dispuso el gobernador Gerardo Morales cumplió un mes. El resto de los cargos en su contra se sumaron después, con las denuncias de irregularidades en el manejo de fondos públicos.
La OA jujeña relevó los municipios de la provincia en los que las cooperativas controladas por Sala recibieron recursos con los que debían construir 8532 casas.
Los municipios son San Salvador de Jujuy (3788 viviendas asignadas), Humahuaca (740), Palpalá (680), San Pedro (616), Calilegua (588), San Martín y Monterrico (los dos con 480), El Carmen (400), la Esperanza y Perico (ambas con 380). De todas las viviendas proyectadas sólo se levantaron 6191. El resto, 2341, ni siquiera empezó a construirse (en 1856 casos) o quedó a medio hacer (485).
La OA calculó que terminar esas casas y hacer las que nunca existieron tendría hoy un costo aproximado de $ 1269 millones.
El estudio de campo de la OA estuvo a cargo de auditores y arquitectos del Instituto de la Vivienda y Urbanismo de Jujuy (IVUJ) y las conclusiones quedaron asentadas en actas.
A principio de mes, el fiscal de Estado de la provincia, Mariano Miranda, presentó los resultados de la auditoría ante la Justicia para ampliar la denuncia contra Sala por asociación ilícita y defraudación a la administración pública. También sumó la información a la denuncia que a fines de febrero pasado había presentado contra De Vido por presunto fraude a la administración pública e incumplimiento de deberes de funcionario público por el envío de fondos millonarios sin control a la Tupac Amaru.
“El informe muestra a las claras que se produjeron ilícitos y aporta elementos contundentes de que acá hubo fraude a la administración pública y asociación ilícita”, dijo a LA NACION el fiscal anticorrupción de Jujuy, Joaquín Millón Quintana.
El desvío del dinero destinado a viviendas no es la única irregularidad que se desprende del análisis que hizo la OA. Además de las partidas originales para construir las casas, las cooperativas agrupadas en la Tupac Amaru y manejadas con mano de hierro por Milagro Sala recibieron fondos adicionales en concepto de adendas. Es un mecanismo habitual para sumar recursos cuando, por ejemplo, aumentan los costos de construcción y es necesario modificar el presupuesto original de una obra presupuestada.
Pero la Tupac Amaru cobró adendas para destinar a casas que, según había informado la propia organización antes de tramitar esos beneficios, ya estaban terminadas. Y no sólo eso. La organización de Sala tampoco usó ese dinero extra para completar otras viviendas.
La maniobra vuelve a poner el foco sobre la falta de control del Ministerio de Planificación y sobre De Vido, que primero recibió y aprobó los registros según los cuáles determinadas viviendas ya estaban listas para ser habitadas y luego autorizó nuevas partidas para esas mismas casas, que, además, no se construyeron o nunca se terminaron.
El detalle del informe del gobierno provincial indica que, por esas adendas mal otorgadas, la Tupac recibió otros 90.633.000 pesos. Igual que el de las partidas para empezar a construir las viviendas, el destino final de ese dinero se desconoce.
Los números cobran otro relieve si se los observa junto a los de la situación habitacional de Jujuy. Siempre según el estudio de la OA, en la provincia viven 673.307 personas distribuidas en 174.630 hogares. El 33 por ciento habita casas que no son dignas.
En contra de lo que podría pensarse frente a ese porcentaje, entre 2004 y 2014 las transferencias a la provincia para vivienda se triplicaron hasta alcanzar los 3200 millones de pesos. Sin embargo, según el censo 2010, el déficit habitacional no sólo no se redujo, sino que aumentó un 5 por ciento.