La científica y candidata a Diputada Nacional criticó la poca información que dio el gobierno en torno al anuncio de la vacunación para niños entre 3 y 11 años.
Luego del anuncio de la preinscripción para vacunar a niños entre 3 y 11 años con la vacuna de Sinopharm se han expresado dudas sobre los datos que respaldan una decisión de esta índole y no se han conocido respuestas concretas. Sólo algunas barbaridades que distintos actores del gobierno nacional y provincial dijeron públicamente, sin dato específico alguno.
La científica y candidata a Diputada Nacional, Sandra Pitta, realizó en la 99.9 un pedido público para que se de a conocer la información que se maneja en el gobierno porque no hay respaldo que se haya publicado sobre el tema: “la locura está desatada. Es una vacuna que no tiene suficientes ensayos clínicos en esa franja etaria. No he visto ningún dato o información al respecto. Nuevamente estamos como con la Sputnik, es la palabra de alguien del Ministerio de Salud, alguien de la ANMAT que tiene información pero está oculta. Todo este oscurantismo es demasiado”.
Tampoco de manera independiente, ANMAT tiene en su institución informes al respecto y todo parece muy extraño: “no hay información, no tenemos datos completos. ANMAT tiene que mostrar la información y evaluarla de forma independiente, no he leído nada que se haya publicado sobre esta vacuna”.
Incluso le han llegado rumores que está en proceso de ratificar sobre inicio de vacunación en menores en algunas provincias del interior del país: “es algo que estoy averiguando y no tengo datos firmes, pero en zonas muy vulnerables de algunas provincias ya estuvieron vacunando a niños no sólo con Sinopharm sino con otras vacunas. Me explicaron que los padres no quieren mostrar los carnets de vacunación por miedo a las represalias de algunos jeques locales”.
Luego de los cuestionamientos de la Sociedad Argentina de Pediatría, quien salió a responder fue Nicolás Kreplak afirmando que “hay muchas cosas que el médico de a pie no sabe”, algo que realmente es mínimamente agraviante: “a Kreplak habría que hacerle un juicio político y académico para sacarles la matrícula como se hizo con el médico que publicó ese trabajo que relacionaba a las vacunas con el autismo. Para eso, las sociedades médicas deben tomar cartas en el asunto”, opinó Pitta.