La científica brindó su opinión del tema en la 99.9 y además, se refirió a la situación actual del CONICET.
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La salida de Argentina de la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha quedado como traspapelado en medio de una agenda cotidiana que nos lleva por delante. Sin embargo, es importante analizar que consecuencias podría tener el país ante esta decisión del gobierno nacional.
La científica Sandra Pitta brindó su opinión a través de la 99.9 indicando que «a mí me parece que fue una medida, por lo menos en Argentina, que no era la de Trump. Fue distinta, porque Trump lo que tiene es que EE.UU. aporta muchísimo dinero para el mantenimiento de la OMS y de muchos otros organismos relacionados con las Naciones Unidas. Lo utilizó como forma de presión. De hecho, una vez que él se retiró, dijo que iba a volver siempre y cuando se cumplieran determinadas condiciones. En el caso de Argentina, a mí me parece que es un error y es un peligro. EE.UU. es un tema aparte, porque ellos pueden ejercer presión a través de retirarse de la OMS, pero nosotros ninguna. Es más, nos quedamos en la OPS, que también podríamos hablar de los problemas que tiene relacionados con la OMS. Me parece que fue como una reacción para imitar a Trump, pero no estamos para hacer esas bravuconadas».
Pitta también se refirió al estado actual del CONICET que tiene distintas aristas y donde se está ingresando en un proceso distinto: «la parte de ciencia y técnica no está muy bien, no está bien manejada. El presidente de Conicet, que es Daniel Salamone, me parece que tiene las mejores intenciones, yo espero que continúe, porque es como un representante de la comunidad científica. Tiene mucha oposición en el directorio, son casi todos opositores y la verdad que le ha costado muchísimo este año. Sumado a que el financiamiento para ciencia no proviene de Conicet, donde básicamente paga sueldos y gastos de funcionamiento de institutos, pero el financiamiento proviene de la agencia y está paralizada. Incluso renunció Alicia Caballero, que era una muy buena funcionaria, porque no le permitían manejarse con cierta libertad. Están revisando todos los proyectos que han sido aprobados desde el año 22 o 23 en adelante y eso realmente puede abrir una puerta peligrosa, porque esos son como contratos que se firman con dinero del BID, que de repente pueden dar dar de baja».
Hay como una lucha interna a la cuál el director del organismo está tratando de sobrevivir, pero Sandra considera que hay que hacer un control fehaciente: «el doctor Salamone es como el que está tratando de sostener el Conicet, que no va a cerrar, estoy segura, porque hay toda una mitología de que Sturzenegger y Milei lo van a cerrar, pero eso no va a ocurrir. Está haciendo un esfuerzo muy grande y me parece que en ciencia y técnica deberían tener alguien que se maneja con más libertad y que sea en Argentina. Yo siempre lo que noto es la falta de transparencia en los actos de gobierno. No solamente esto este, sino los anteriores fueron igual o peores».
Como en otros ámbitos de la Argentina, las corporaciones terminan marcando el rumbo y eso nunca es positivo: «el gran problema es lo corporativo. Por eso yo apoyo tanto todos estos decretos de desregulación, porque empiezan a romper la parte corporativa. Ahora, si hay una revisión de los proyectos ya aprobados, que sea transparente, que digan observamos esta falencia y que lo publiquen en algún lugar, sería mejor».