Santa Cruz: denuncian que 139 pingüinos murieron atrapados por una red de pesca ilegal

Los ejemplares de la variedad Magallanes fueron encontrados por personal del Parque Marino Makenke, en la ciudad de Puerto San Julián.

El personal del Parque Interjurisdiccional Marino Makenke (PIMM) de Santa Cruz denunció que, durante la semana pasada, encontró un total de 139 pingüinos de Magallanes muertos como consecuencia de ser atrapados por una red de pesca ilegal. Los ejemplares fueron hallados entre el 7 y 8 de diciembre en la costa de la Reserva Provincial Península, en la ciudad de Puerto San Julián, según lo registró la cuenta oficial del parque en Instagram.

“Ninguna de las redes contaba con los precintos correspondientes a su habilitación de acuerdo a lo establecido por la Ley Provincial de Pesca N° 1464 y de Pesca Artesanal N°2934. Las mismas fueron retenidas por las autoridades locales del Consejo Agrario Provincial (CAP) y de la Delegación de Pesca a los fines de realizar las actuaciones penales correspondientes”, informaron las autoridades del lugar, que también añadieron que 81 de los pingüinos fueron hallados el primer día y 58 el segundo.

Además, desde el PIMM también señalaron que el impacto sobre el ecosistema va mucho más allá de solo las muertes de estos animales, sino que también impacta su subsistencia futura: “Los pingüinos son conocidos por establecer parejas reproductivas de larga duración que se reencuentran ante cada temporada de apareamiento. La muerte de uno de los integrantes puede afectar entonces las tasas de reproducción de las temporadas siguientes. Además, debido al momento del año en que este lamentable suceso ocurre, es probable que lo individuos fallecidos se traten de ejemplares adultos que se encontraban en busca de alimento para sus pichones que se encuentran en los nidos y que aún no se encuentran listos para proveerse del mismo por sus propios medios”.

“Desde la Comisión de Manejo de nuestra área protegida se ha iniciado durante el pasado año el estudio y desarrollo de normativas y procedimientos que permitan el desarrollo de la pesca artesanal en sectores identificados a tal fin dentro de la jurisdicción del PIMM. Sin embargo, es necesario que quienes desarrollen tal actividad lo hagan dentro de la legalidad y la responsabilidad que conlleva encontrarnos en de un ambiente naturalmente diverso y que requiere del compromiso de todos para su conservación”, concluyeron.

Estas muertes son parte de una tendencia de mortandad en los pingüinos de Magallanes en lo que va del año como consecuencia del aumento en la actividad pesquera. En julio, en las costas uruguayas de Canelones, Montevideo, Rocha y Maldonado se encontraron entre 2000 y 4500 ejemplares fallecidos a causa de hipotermia, habiendo descartado la posibilidad de que hayan contraído gripe aviar, y desde la ONG SOS Fauna Marina denunciaron que debieron recorrer miles de kilómetros para encontrar comida debido a los cambios bruscos en el ecosistema donde viven, lo que les causó el agotamiento y el hambre.

“Son animales muy flacos, sin comida en el estómago y sin capa de grasa. La muerte final es por frío, pero se debe al debilitamiento general por hambre. Hace 30 años, cuando empezamos con esta actividad, los animales llegaban envenenados con hidrocarburos o enganchados con elementos de pesca. Pero ahora lo que ocurre es la falta de comida. Eso muestra la sobreexplotación del recurso pesquero”, acusó Richard Tesore, fundador y director de la ONG.