Van a desaparecer los “números rojos”, pero igual se podrá repetir de segundo a sexto grado.
En las escuelas primarias públicas y privadas de la Provincia comenzaron con el proceso de modificación de evaluación de los alumnos. Según informaron distintas fuentes consultadas por este diario, en cuarto, quinto y sexto grado ya no estarán en 2015 el 1, 2 ó 3, que marcaba históricamente el aplazo en una materia; y tampoco estará entre el primero y el tercer grado el “aún no satisfactorio”, según la resolución 1057, que fue firmada por las principales autoridades de la dirección de Educación bonaerense y del Consejo General de Educación de la Provincia.
El texto está en pleno análisis de docentes, inspectores y autoridades que lo están leyendo para poder comprender las modificaciones, dar a conocerlas a los padres de los alumnos y aplicarlas en el corto plazo. En el caso de las calificaciones, uno de los puntos más sobresalientes de la normativa, en el primer ciclo de la primaria, de 1º a 3º grado, ya no se utilizará, desde el próximo ciclo lectivo, el “aún no satisfactorio” y pasará a tener tres rangos: regular (desaprobación de los contenidos), bueno y muy bueno (ambos corresponden a la aprobación de los contenidos).
En el segundo ciclo, de 4º a 6º grado de la primaria, se calificará del 4 al 10. Con la nueva resolución, los alumnos desaprobarán las materias si los califican del 4 al 6; y sólo aprobarán los contenidos del 7 al 10. “Desaparecen los números rojos del 1, 2 y 3, pero la posibilidad de repetir el grado permanece de segundo a sexto grado”, según explicaron fuentes de la cartera educativa. Marcelo Zarlenga, uno de los cuatro docentes que integra el consejo general de la Provincia, dijo ayer que “la nueva propuesta, que ya está en marcha pero que aún no se aplica porque está en pleno proceso de información e interpretación, apunta a la inclusión del alumno. Por ejemplo, primero y segundo grado de la primaria pasan a ser un bloque, con seis semestres. Se forma una unidad pedagógica integrada, en el que se sientan las bases de la educación escolar”. Según explica Zarlenga, “todos los chicos no son iguales, llegan con distintos niveles de estímulo, con diferentes historias familiares y con una diversidad muy amplia a la hora de aprender. Algunos aprenden a leer en el primer tramo de primer grado, otros lo hacen en la segunda etapa del año, y hay otro grupo que recién se afianza en segundo grado. Tras consultas interdisciplinarias se entiende que entre los 6 y 7 años los chicos pueden entender los contenidos en diversos momentos. Por eso se promociona primer grado, y desde segundo a sexto grado se mantiene la posibilidad de que pueda repetir el estudiante, de ser necesario. Lo importante no es que repita, es que aprenda y se integre a la actividad escolar”.
Cabe indicar que ya en algunos colegios, tanto públicos como privados, se está utilizando el sistema desde hace dos años con el acompañamiento de las docentes en primero y segundo grado, fundamentalmente en las materias troncales de enseñanza. Quienes critican la flamante resolución apuntan que “se busca desvirtuar las estadísticas de chicos que repiten y con esa finalidad se aprobará a la mayoría de los estudiantes, aunque no hayan aprendido los contenidos de todas las materias”.
Ante esas críticas, Zarlenga remarcó que “no se pierde la posibilidad de repetir. La idea es anticiparse a la situación y que se apliquen mecanismos de fortalecimiento de aprendizaje para que el alumno pueda promover de un grado al siguiente”. En el punto 20, del capítulo VI de la normativa se menciona que quienes deban dos o más materias no pasarán al grado siguiente y en el caso de sexto grado no podrán ser promovidos a la escuela secundaria.