El Concejo Deliberante de Pinamar aprobó una ordenanza que prohíbe fumar en las playas de esa localidad balnearia, en tanto que habrá espacios específicos habilitados para los fumadores, informó el cuerpo legislativo local.
El objetivo es evitar la contaminación por las colillas de cigarrillo, que pueden tardar entre 5 y 10 años en degradarse. Además, contaminan el mar y sus sustancias tóxicas pueden matar a los animales marinos o acumularse en su estómago.
Con la nueva normativa, a partir de esta temporada 2019-2020, el ingreso a la costa deberá tener un cartel que indique “Playa libre de humo” y ceniceros que serán los encargados de delimitar el lugar donde se puede fumar.
La normativa cita un estudio de la Organización Mundial de la Salud, que detectó que de cada tres colillas dos se tiran al suelo, lo que representa cerca de 137.000 colillas por segundo a escala mundial.
El concejal Guillermo Migliorini expresó que “esta nueva iniciativa se suma a otras tendientes a mejorar la relación con el ambiente; en la ciudad ya se puso un freno a la utilización de bolsas, vasos y sorbetes plásticos, debemos entre todos cuidar el planeta”.
El proyecto expresa que habrá una superficie en cada una de las playas donde se deberá instalar por lo menos un recipiente (cenicero) para depositar las colillas de cigarrillos.
Entre cada cenicero los separará unos 100-150 metros y solo se podrá fumar dentro de un radio de cinco metros de los recipientes destinados exclusivamente a para las colillas.
También establece que “su cumplimiento será progresivo, disponiendo de los primeros dos años de su entrada en vigencia para su plena difusión y campaña de concientización”. Pasado ese tiempo, a quienes infrinjan la ordenanza se le cobrarán multas que “serán equivalentes al valor de entre 20 y 200 atados de cigarrillos”.
La normativa ahora está en manos del intendente de Pinamar (Juntos por el Cambio) Martín Yeza, quien debe decidir si la veta o no.