Conmoción por una ola de agresiones sexuales en Colonia. Merkel promete mano dura tras las masivas agresiones sexuales.
Entre el millar de hombres que participaron en el robo y agresión sexual a mujeres durante la pasada Nochevieja en Colonia había refugiados de Irak, Afganistán y Siria y la Policía se percató de ello al instante porque se realizaron controles de identificación.
Ese es el núcleo de la noticia que leerán en las páginas de Welt am Sonntag los defensores de la política de puertas abiertas de la canciller Angela Merkel y que como ella han hecho lo imposible para no criminalizar a los refugiados asociándoles a las agresiones de Colonia y que, ahora va saliendo a la luz, también ocurrieron en casi una veintena de ciudades de Alemania, además de en Austria, Suiza y Finlandia, dibujándose con ello un oscuro modus operandi.
Según reveló al citado diario el jefe del sindicato policial del estado de Renania del Norte-Westfalia, Arnold Pickert, la noche de fin de año se practicaron, más de 80 controles de identidad y hubo detenciones.
“Los colegas enviaron la documentación de identificación y registro a las Oficina Federal de Migración. Es seguro que había refugiados entre los agresores”, afirmó Pickert.
El ministerio de Interior renano rehusó comentar esa información y remitió las preguntas a la Policía de Colonia, que tampoco quiso pronunciarse al respecto.
Una fuente policial no identificada por Welt am Sonntag fue más explícita al señalar que “sólo un pequeño número de los agresores eran norteafricanos. La mayoría de los controlados eran sirios.
A uno de ellos hace referencia al informe interno policial desvelado por Spiegel online, un individuo que, al ser increpado por los agentes, afirmó: “Soy sirio, me tenéis que tratar bien. La señora Merkel me ha invitado”.
Según ese informe, otros atacantes rompieron supuestos permisos de residencia ante los agentes diciéndoles con chulería: “No podéis hacerme nada, mañana consigo otro”.
El diario de Colonia, el Kölner Stadt-Anzeiger sostiene en su edición de hoy, citando igualmente fuentes policiales, que “la Jefatura de Policía ya sabía en Nochevieja que del centenar de personas a las que se pidió documentación, la mayoría eran hombres jóvenes refugiados de Siria, Irán y Afganistán”.
La alcaldesa de Colonia, Henriette Reker, y el jefe de la Policia, Wolfgang Albers, ambos muy criticados por su gestión de los hechos, han declarado hasta ahora que los asaltantes tenían aspecto de proceder del Norte de África y de países árabes, si bien “no existen indicios de que entre ellos haya refugiados”.
Queda por tanto en el aire la pregunta de por qué la Jefatura de Policía y la alcaldesa ocultaron deliberadamente esa información y si con ello creían hacerle un favor a los refugiados o a Merkel.