El abogado ambientalista José Esaín, se refirió esta mañana en la 99.9 al modo en el cuál los barrios privados deben habilitar las obras teniendo en cuenta el impacto ambiental en relación a las denuncias de los vecinos en el Bosque Peralta Ramos por lo que está realizando “Las Prunas”.
El reclamo de los vecinos del Bosque Peralta Ramos por las consecuencias de algunas obras relacionadas con el Barrio “Las Prunas” que se está haciendo a unos metros del propio bosque, al parecer tiene asidero.
El abogado especialista en temas ambientales, José Esaín, se refirió esta mañana en la 99.9 a la forma en las cuáles los barrios privados deben hacer las habilitaciones ambientales correspondientes: “tienen una norma específica y se debe analizar el impacto ambiental. Las plantas de tratamiento o pre-tratamiento deben tener la licencia ambiental, se inicia con el estudio de impacto ambiental y después se describe el proyecto para ver qué impacto tendrá. La autoridad después se lo otorga a la ciudadanía para que pueda opinar a través de una consulta escrita o audiencia pública. El cuarto paso es la decisión final de la autoridad por el sí o por el no”.
Si hay algo que no se realizó en este caso fue la consulta a los vecinos que se enteraron de la obra cuando la estaban realizando: “el mecanismo de participación ciudadana debe tener sensibles detalles sobre la publicidad de la audiencia pública. Esto es un proyecto que no tiene tanta envergadura y generalmente se puede pedir la opinión por escrito”, indicó el letrado.
Todas las dudas que se puedan plantear para los vecinos tienen un ámbito donde tratarse porque generalmente los dueños intentan ahorrar dinero: “todos los puntos se deben discutir en el contexto de la licencia ambiental, porque el proyecto ideado por quien lo quiere llevar adelante intentará ahorrar dinero en algunas cosas como el entubado y lo que pueden hacer los vecinos es advertir sobre algunos aspectos”, puntualizó.
Las perforaciones para extracción de agua también es otro de los puntos que se deben tener en cuenta en la aprobación de las obras: “el uso del recurso de agua se da por la toma y la evacuación. Ambas deben tener autorización de la Autoridad del Agua o delegado en Obras Sanitarias. Todo eso debe formar parte del expediente de impacto ambiental. Cuando uno hace el barrio tiene que tener previstas todas las perforaciones y que estén aprobadas”, destacó. Habitualmente se han dado casos de venta a clientes de terrenos para construir su casa, pero luego no tienen las habilitaciones correspondientes: “un detalle que se da en toda la costa es que convocan a particulares a comprar lotes en lugares donde nunca les darán el visto bueno. Ahí hay una violación del derecho al consumidor”, concluyó.