El titular del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), Fabián Pons, habló en la 99.9 sobre las medidas que se pueden adoptar para reducir el impacto del alcohol en la nocturnidad, ya sea con los conductores o los peatones alcoholizados. “Dentro de las tareas que se pueden hacer, hay que emplear herramientas inteligentes que se mantengan en el tiempo”, advirtió.
El problema del alcohol en la nocturnidad ligado directamente con el tránsito es un problema global que no distingue sociedades y se transforma en una preocupación latente para aquellos que trabajan el tema. Fabián Pons, responsable del Observatorio Vial Latinoamericano (OVILAM), se refirió en la 99.9 a este tema puntualmente y señaló algunas soluciones de fácil implementación: “hay gente que se queda en la queja y hay quien aplica soluciones inteligentes. Dentro de las tareas que se pueden hacer, hay que emplear herramientas inteligentes que se mantengan en el tiempo. Eso merece ser copiado y se pueden pasar a otros tipos de sociedades”.
Algunas de ellas, incluso tienen campañas publicitarias hoy en nuestro país y otras están en funcionamiento en otros puntos del planeta. “Algunas soluciones pueden ser el conductor designado o como hicieron en Inglaterra donde el mozo o el dueño de un bar te pueda decir que no podés seguir tomando. También la posibilidad de poner un transporte para los chicos que salen de la nocturnidad para que no anden vagando por la calle y se transformen en un peligro para los demás”, contó.
No sólo se trata del alcohol al volante, sino que las personas que circulan alcoholizadas por la calle también son un problema: “en un estudio sobre peatones se ha encontrado que el peatón alcoholizado también es un peligro en el entorno vial, por eso la posibilidad de poner buses para trasladar a los jóvenes es una buena solución”, justificó.
Los cambios en las sociedades generan modificaciones en las costumbres y las medidas de seguridad se deben aggiornar a esas modificaciones. “Antes estaba el problema de los chicos que tomaban alcohol en los boliches, pero ahora llegan alcoholizados al boliche. El tema de la previa complicó las cosas porque se trata de cuidar la llegada y la salida del boliche. Tenemos que tratar de que estén la menor cantidad de tiempo en la vía pública”, dijo. Luego agregó que “los adultos también tenemos el problema del alcohol al volante, no es sólo responsabilidad de los jóvenes”.
Algunas empresas han tomado el toro por las astas en este tema y comenzaron a trabajar la prevención. Una de ellas fue Quilmes con el conductor designado: “lo que tiene de interesante la acción de Quilmes es que comprendió que la concientización no va en contra del negocio, sino que es muy importante. Además la forma comunicacional que adoptó mostrandolo desde un lado positivo como la amistad, hizo la diferencia a favor de la empresa”, analizó Pons.
Si bien hoy están haciendo hincapié en el alcohol, hay muchas costumbres de los argentinos que se deben modificar para mejorar la convivencia: “hay que tomar esto como una forma de prevención y no sólo con el tema del alcohol sino con la inconducta vial en todos sus sentidos. Hay que trabajar muchísimo porque Argentina sufrió muchas pérdidas de valores culturales. Las reglas de tránsito no son ni más ni menos que normas de convivencia, pero no se respetan”, finalizó.