El ingeniero agrónomo Diego Fontella destacó que es posible realizar una cosecha de alimentos orgánicos sin usar agroquímicos. Esta mañana en la 99.9, también aclaró: “es cierto que se produce menos y que en algunos casos se vende más caro, pero es un sistema ecológica y económicamente factible”.
Los alimentos orgánicos siempre fueron tratados como una opción muy importante para reemplazar la alimentación basada en productos tratados con agroquímicos. Sin embargo, para desmitificar algunas cuestiones, esta mañana en la 99.9 el ingeniero agrónomo Diego Fontella advirtió que “Argentina es país líder en producción orgánica, es el segundo país a nivel mundial en superficie certificada orgánica, detrás de Australia. Tiene una preponderancia fuerte en el mercado orgánico internacional. El trigo orgánico se viene haciendo hace 20 años”.
En nuestro país, se producen varios alimentos de forma orgánica: “hacemos trigo, girasol, soja, maíz; todos los cultivos extensivos. La producción orgánica es un sistema que ha crecido en Argentina de la mano de la demanda. Hay un sector de la población que demanda alimentos más sanos y seguros, por eso es que creció y se sigue creciendo. Estamos trabajando dentro del INTA, que está aportando muchísimo en este aspecto. En Tres Arroyos y la zona somos 8 o 9 productores que trabajamos juntos”.
Sin embargo, la incidencia de los alimentos orgánicos todavía no es tan fuerte; tampoco lo es a nivel mundial: “hoy, a nivel mundial, la incidencia o la porción que ocupan los alimentos orgánicos en el consumo total es muy pequeño. El país con más desarrollo y consumo, que ronda en un 20%, es Dinamarca; de ahí en más, los porcentajes son menores. En Argentina el mercado es muy pequeño, se circunscribe a Buenos Aires y un poco más, el resto se exporta”.
Mientras los porcentajes aumentan en ciertos destinos, se abre un interrogante sobre el futuro del planeta, estableciendo que quizás lo orgánico llegue a ser el principal sustento. “Hay una discusión acerca de que si toda la producción de alimentos fuera orgánica, habría faltante de alimentos; pero no se trata de falta de alimentos sino de mala distribución. En Argentina producimos mucho alimento, pero tenemos desnutrición; es un claro ejemplo de los problemas de distribución”, aclaró Fontella.
Por último, aclaró que “en la medida en que uno no tiene el soporte del agroquímico, se produce menos, pero se obtiene un alimento de mejor calidad. Se puede producir sin agroquímicos. Es cierto que se produce menos y que en algunos casos se vende más caro, pero es un sistema ecológica y económicamente factible”.