“Se viene una era donde los desarrollos serán herramientas terapéuticas”

El neurólogo rosarino Carlos Ballario es uno de los responsables de la creación de la primera silla de ruedas capaz de moverse a partir del pensamiento. Esta mañana, en diálogo con la 99.9, destacó que “la computadora no lee el pensamiento, le damos es una señal eléctrica”. 

Silla de Ruedas que se maneja con el pensamientoLa tecnología sigue mostrando que puede ponerse al servicio del hombre. En las últimas horas, la noticia de un gran logro de científicos argentinos marcó un punto de inflexión para aquellas personas imposibilitadas de caminar. Se trata del desarrollo de una silla de ruedas que responde a los estímulos del pensamiento humano.
El ejemplo más claro a nivel mundial es la silla que maneja Stephen Hawking, pero ahora desde Rosario, Argentina, han avanzado aún más. Así lo refirió esta mañana en la 99.9 el neurólogo Carlos Ballario, presidente de la Fundación Rosarina de Neuro-Rehabilitación: “existen en el mundo sillas inteligentes que son capaces de movilizarse con un pensamiento. Nosotros desarrollamos un proyecto parecido en Rosario”.
El equipo que integra Ballario trabajó cruzando información para llegar a un mejor resultado: “trabajamos de forma interdisciplinaria para diseñar un software  aplicable a la silla, pero también con personas que permitan comprender el software que transportamos. El cerebro es muy dinámico y hay que saber cómo detectar una actividad eléctrica. Debemos enseñar a la persona a pensar de determinada manera para crear una actividad eléctrica determinada”, explicó el profesional. Luego detalló: “hay ingenieros que armaron de la silla, un programador, una neuro-kinesióloga y yo, que soy neurólogo”.
Ante la primera idea de anunciar que la silla de ruedas se controla a través de los pensamientos, Ballario creyó oportuno aclarar que “la computadora no lee el pensamiento, sino que le damos es una señal eléctrica. El cerebro genera todo el día electricidad y tenemos que ser capaces de generar un cambio en ese ritmo eléctrico para que la computadora pueda interpretarlo como un comando para la silla de ruedas. Debemos entrenar a un persona con cierto nivel intelectual preservado dentro de su afección neurológica para entender algunas consignas”.
Dominar la silla, no es algo sencillo: “requiere de un entrenamiento que se da en varias sesiones. Primero, hay una evaluación para ver si esa persona tiene las características para ser entrenable. El programa permite captar algunos pensamientos, pero también movimientos de las cejas o una acción de morder que puede ser traducida en una acción eléctrica. Hay que establecer la mejor estrategia para entrenar a quien conduzca la silla”. Esto es muy importante, porque quienes quieran utilizar la silla deben aprender a interactuar con la máquina: “para hacerlo correctamente hay que ver la computadora, para que la persona se dé cuenta de que está pensando en lo que tiene que pensar. Tiene que tener cierta capacidad visual y mental”.
Si bien la creación aún está en pleno desarrollo, se debe trabajar todavía para encontrar la mejor manera de interactuar con el mundo: “en una primera etapa esta silla debe ser conducida en ambientes controlados. Debo insistir en el tema de la evaluación, para estar seguros de que la persona está en condiciones. No se debe generar una expectativa en personas que quizás no sean aptas para usar esta silla”. Los avances tecnológicos en las cuestiones de salud son realmente importantes. Y junto con otros proyectos, como el exoesqueleto, permiten pensar en un futuro promisorio: “se viene una era donde los desarrollos se transformarán en herramientas terapéuticas, porque ahora estamos intentando aplicarlo en pacientes”.