El especialista Sebastián Maril analizó en la 99.9 la presentación de la Cámara Argentina de Sociedades como Amicus Curiae en la causa por la expropiación de YPF.
Las novedades en torno a la causa por la expropiación de YPF en los tribunales de Estados Unidos siguen surgiendo. Esta vez, empresarios argentinos decidieron presentarse como Amicus Curiae ante la jueza Loretta Preska y el especialista Sebastián Maril explicó los motivos en la 99.9.
“La jueza cerró la posibilidad de presentar más argumentos a favor o en contra de ambas posturas y la semana pasada la Cámara Argentina de Sociedades que agrupa a las 100 empresas más importantes del país de las cuáles un 85% cotizan en bolsa ya sea en Buenos Aires o en Nueva York; presentó un amicus curiae en apoyo de la posición de YPF, no de Argentina. Recordemos que el caso se divide en dos, acusaciones a Argentina y acusaciones a YPF”, aclaró.
La resolución sobre la validez de lo presentado por la Cámara que en manos de la magistrada sobre la que recae mucha expectativa teniendo en cuenta la importancia de la decisión que tome en este caso: “estamos esperando ahora que la jueza diga si acepta o no el amicus curiae. Esto ya ha llegado hasta la Corte Suprema y ha vuelto, pero todo el mundo está esperando el fallo porque trascenderá más allá del aspecto legal norteamericano. Puede ser que revolucione el mercado de capitales por el contenido del mismo”.
Si bien la causa todavía no entró en la etapa de juicio, hay cosas que quedaron demostradas a lo largo del proceso y que ya están acreditadas: “lo que ya se resolvió fue que Argentina tenía el derecho constitucional de expropiar YPF. Tampoco se discute que el estatuto de YPF obligaba a cualquier parte que comprara un paquete accionario mayoritario, ofrecer al resto del público comprar al mismo precio que expropió las acciones a Repsol. Argentina no hizo eso. Lo tercero que no se discute es que este fallo se llevará a cabo utilizando las leyes de Argentina”.
Las complejidades del caso hacen que sea muy particular y, según indicó Maril, todavía podríamos estar lejos de una resolución concreta: “este caso está presentado por una empresa inglesa, en una corte norteamericana que acusa a partes argentinas de una empresa que expropió a otra española. Es inédita la cantidad de jurisdicciones que involucra el caso y la magnitud del fallo que puede llegar a los 20 mil millones de dólares. La reputación de la jueza está en juego porque diga lo que diga, enviará un mensaje a todos los países soberanos cuyas empresas privadas coticen en la bolsa de Estados Unidos y decidan ser expropiadas sin consecuencias ni daños”.