El analista Sebastián Maril explicó porque se dio el triunfo de Donald Trump desde su punto de análisis y que está ligado a los profundos cambios que tuvo el país: “Estados Unidos pasó de ser un país capitalista, autosuficiente, cristiano y con poca intervención del gobierno a la actual economía que se asemeja más a una social democracia europea donde depende mucho del estado y poco de si mismo”, indicó.
Pocos analistas en el país anticipaban la posible victoria de Donald Trump más allá de lo que decían los encuestadores. Sin embargo, Sebastián Maril lo expresó desde principios de año en sus medios y dio la explicación de esa conclusión en la 99.9: “en enero publiqué una nota preguntándome quien creó a Trump. Ahí expliqué que Trump era un fenómeno que representaba 30 años de un cambio sistemático de la identidad de la población norteamericana”.
El país entero fue mutando sus dependencias y entonces la gente ya no estaba conforme con la manera de vivir: “Estados Unidos pasó de ser un país capitalista, autosuficiente, cristiano y con poca intervención del gobierno a la actual economía que se asemeja más a una social democracia europea donde depende mucho del estado y poco de si mismo”.
Las elecciones del pasado martes han evidenciado además, que el corazón de Estados Unidos está lejos de ser el centro turístico y las ciudades más populosas: “lo que vimos es que Estados Unidos no es Nueva York, Chicago, Boston, Filadelfia y demás lugares que los argentinos frecuentan cuando van de vacaciones. Por el contrario es todo lo que no conocemos, el 90% del territorio y poblado por toda la gente que habla el idioma de Trump. Las grandes urbes votan demócratas y el resto, republicanos, por eso existe ese sistema electoral”, explicó Maril.
Donald Trump no sólo tendrá el apoyo por el voto, sino que en la política interna del país, el partido por el cuál llegó a la presidencia ha generado un cambio importante en el mapa. “Las legislaturas regionales han pasado en su gran mayoría a manos republicanas. Trump no tiene sólo la presidencia sino también el congreso republicano y 33 de 50 gobernaciones. Lo que ocurrió fue una barrida, una goleada republicana de grandes proporciones”, detalló.
También aclaró Maril desde su análisis, que lo que sucedió con Trump no es más que una señal más de un movimiento que ya había comenzado: “Trump no es el primer síntoma de que algo estaba pasando. Es el segundo después del Tea Party fue el primer movimiento político popular que indicó que había que poner un freno”.
Lo que ha sucedido dentro de los partidos políticos tradicionales tiene que ver con un fenómeno que en Argentina se conoce muy bien: “las grietas en la población norteamericana, han ido creciendo desde que asumió Clinton. Ahora lo estamos viendo con ejemplos como las manifestaciones contra Trump. Hay mucha división entre Demócratas y Repúblicanos, antes gobernaban de manera similar, pero ahora van en polos opuestos. Cuando esto sucede y tenes a las Cortes partidarias en vez de independientes, o políticos que firman por escribanía todas las leyes y no mantiene la independencia del presidente, las grietas se agrandan”, finalizó.