El gobierno de Japón ideó un plan para congelar la tierra del subsuelo alrededor de los edificios.
El gobierno japonés ordenó a la empresa operadora de la central nuclear de Fukushima que selle el suelo que rodea a los edificios de la planta para evitar la acumulación de agua en los sótanos. Los técnicos de Tokyo Electric Power (TEPCO) descubrieron que aún hay fugas en los tanques subterráneos, usados para almacenar el agua contaminada que refrigera los reactores dañados de la central.
El proceso de sellado se basará en la introducción de unos conductos refrigerantes en el suelo. Además, el gobierno instó a la empresa a instalar bombas de extracción en los recintos donde se encuentran los reactores, a fin de retirar el agua acumulada allí.
La cantidad de agua contaminada que permanece en estos edificios aumenta constantemente: unas 400 toneladas diarias, debido a la filtración de las aguas subterráneas. Si no se toman las medidas indicadas, se teme que TEPCO desborde su capacidad para almacenar el líquido contaminado.
En la actualidad, miles de personas siguen evacuadas pues las emisiones radiactivas aún persisten. También siguen afectadas de manera drástica la agricultura, la ganadería y la pesca local.