El país ha registrado 864 denuncias por este nuevo tipo de delito en alza en las redes sociales.
Al menos cuatro hombres se han suicidado en el último año en Reino Unido tras ser víctimas de “sextorsión”, un delito al alza en las redes sociales y que cuenta con 864 denuncias registradas en el último año, más del doble que en el 2015. La Agencia Nacional del Crimen (NCA) sospecha que el número real de delitos es muy superior al de los casos que se denuncian.
La “sextorsión” es una forma de chantaje en la que las víctimas son extorsionadas con las imágenes explícitas captadas a través de una webcam o enviadas por medio de las redes sociales. Los “sextorsionadores” captan a personas en los portales de contactos o creándose identidades falsas en las redes sociales y “seduciéndoles” para posar desnudos o en poses escabrosas.
Poco después de haber conseguido que la víctima ceda a enviar estas imágenes o mostrarse desnudo ante la webcam, los “sextorsionadores” vuelven a entrar en contacto con las víctima y lanzan una pregunta directa: “¿Qué harías si difundiéramos estas fotos entre tus conocidos?”. Tras ello, amenazan a sus víctimas con difundir estas imágenes entre personas de sus círculos cercanos como amigos, familiares y compañeros de trabajo a menos que abonen grandes cantidades de dinero.
El 95% de las víctimas de este tipo de delito en auge son hombres, principalmente entre los 21 y los 30 años. Sin embargo, los menores también son víctimas, ya que se han detectado casos de adolescentes de 14 años. Un estudiante menor de edad, Ronald Hughes, fue el caso más notorio de suicidio inducido por una “sextorsión”. La policía detuvo el pasado mes de octubre a un hombre de 31 años, acusado de haber extorsionado al joven con unas imágenes explícitas que le envió. La NCA ha emitido una serie de recomendaciones en caso de encontrarte en esta situación como acudir a las autoridades, no realizar nunca los pagos exigidos por los extorsionadores, tomar capturas de pantalla de las conversaciones o reportar el incidente a la red social por la que ha sido víctima.