La gran mayoría de los 25 millones de habitantes de la metrópolis oriental china regresó hoy a sus calles después de que las autoridades pusieran fin a más de dos meses de un estricto confinamiento.
La ciudad china de Shanghái ha relajado las restricciones anticovid después de dos meses de confinamiento en sus domicilios. A partir de la medianoche del miércoles (hora local) la mayoría de los ciudadanos del centro económico de la ciudad puede moverse libremente, abren de nuevo los centros comerciales y el transporte público se reanuda.
“Este es un día con el que hemos soñado durante mucho tiempo”, ha celebrado la portavoz del gobierno de Shanghái, Yin Xin. “Todo el mundo ha sacrificado mucho. Este día se ha ganado a pulso y tenemos que valorarlo y protegerlo”, ha añadido en declaraciones a los periodistas.
La gran mayoría de los 25 millones de habitantes de la metrópolis oriental china de Shanghái regresó hoy a sus calles después de que las autoridades pusieran fin a más de dos meses de un estricto confinamiento impuesto para atajar su peor rebrote de covid.
El final del encierro llegó con la medianoche de este miércoles, y algunos shanghaineses celebraron su recuperada libertad de la manera más tradicional posible: lanzando fuegos artificiales. Otros, botella de champán en mano, se lanzaron a brindar con amigos y familiares a los que no veían desde finales de marzo, según vídeos en redes sociales.
Tras el amanecer, las escenas de euforia dejaron paso a las de la tan añorada normalidad, con un tráfico rodado que comenzaba a recordar a la Shanghái de siempre, aunque todavía quedaban muchos comercios cerrados, y los que abrían están limitados al 75 % de su aforo-
Sin embargo, 650.000 residentes que viven en zonas que mantienen la cuarentena seguirán confinados. Zeng Qun, un funcionario de la ciudad, ha explicado al periódico chino ‘Global Times’ que, excepto aquellos en las zonas bajo confinamiento, nadie “puede restringir a los residentes de salir o volver”.
Shanghái, que ha anunciado su “nuevo comienzo” el miércoles 1 de junio, mantiene aún así una serie de reglas para cumplir con la política ‘casos cero’ del Gobierno chino. Los residentes tienen que mostrar un código de salud verde en sus móviles para salir de los vecindarios y para acceder a la mayoría de lugares.
Para entrar al transporte público, bancos o centros comerciales, hay que tener un test PCR negativo en las últimas 72 horas. Quienes viajen a otra ciudad tendrán que hacer cuarentena de 7 a 14 días a la vuelta.
El confinamiento de la ciudad -centro financiero de China- ha interrumpido el desarrollo económico del país. Los gobiernos central y locales han dado a conocer medidas para impulsar la economía en la segunda mitad del año, con la relajación de impuestos o subsidios a pequeñas empresas.