Si hay excesos de niño, se sienten de grande

Advierten sobre los riesgos que conlleva el sobrepeso, asociado a enfermedades y problemas psíquicos. El 95% de los casos se da por causas ambientales.

Niños-obesosEl peso en la infancia determina los kilos que pesará una persona durante su vida adulta. Por eso mismo, cada vez más especialistas alertan acerca de los riesgos del sobrepeso en niños y adolescentes, que se asocia a enfermedades cardíacas, problemas respiratorios y otras patologías.
“El exceso de peso en la infancia, pero también en la pubertad y adolescencia, determina el peso durante la vida adulta y se asocia con distintas enfermedades como hipertensión arterial, infartos, diabetes, apneas del sueño y otras patologías, como las psicosociales”, señala Gabriela Kivelevitch, pediatra y especialista en nutrición infantil. Y añade que el sobrepeso y la obesidad en niños y adolescentes “se transformó en los últimos años en una epidemia en la Argentina y en buena parte del mundo occidental, por lo que el control es fundamental”.
Según una encuesta realizada en 2012 por el Ministerio de Salud de la Nación, uno de cada tres adolescentes entre 13 y 15 años padecía sobrepeso u obesidad. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) indicó, en 2010, que la Argentina presenta el mayor porcentaje de obesidad en niños menores de 5 años de América Latina, con una tasa de prevalencia del 7,3 por ciento.
“Es fundamental que todos los niños sean controlados por sus pediatras, ya que es el médico quien debe realizar el diagnóstico de obesidad teniendo en cuenta la proporción entre su peso y su altura a través del índice de masa corporal”, precisa Kivelevitch.
La especialista detalla, además, que el 95% de los casos de obesidad infantil se debe a causas exógenas, es decir “que no son secundarias de otra enfermedad o síndrome” sino “ambientales (como hábitos de alimentación o sedentarismo) o genéticas, ya que en aproximadamente el 60 o 70% de los casos hay antecedentes de obesidad familiar”.
Desde el punto de vista cultural, son varios los factores que facilitan la aparición de sobrepeso en la vida cotidiana: “Es fundamental actuar sobre los hábitos de alimentación de los chicos desde temprano, ya que dichos hábitos son los que permitirán llevar una vida adulta más sana”, enfatiza la especialista. La licenciada en Psicología Marcela D’Aquila, a su vez, señala que “dentro de las denominadas patologías de la época se encuentran los trastornos de ansiedad, consumo, adicciones, compulsiones e impulsividad: todas esas conductas llevan a diferentes situaciones sintomáticas. El caso de la obesidad infantil se liga a condiciones de vida de estos tiempos, como el sedentarismo, el triunfo de alimentos que gustan al consumidor a expensas de su salud y que, como cualquier marca del cuerpo en la infancia, tendrá una resonancia en la adolescencia: esa resonancia estructurará la personalidad en los años de adultez”.
En este sentido, la licenciada Ana Delgado indica que “toda campaña que haga tomar conciencia de que la obesidad no pasa por una cuestión estética sino por una cuestión de salud, será bienvenida. Y desde luego, cuanto muy arraigada está la conducta, más difícil será erradicarla. Es difícil generalizar, pero cuanto más pronto se observa, más posibilidades hay de resolver el problema”.
Kivelevitch concluye que “es imprescindible prevenir la obesidad desde edades tempranas, tanto a través de la adquisición de hábitos alimentarios saludables como promoviendo la actividad física”.