La directora de la Escuela Oral de Mar del Plata, Ana Clara Cardozo, manifestó esta mañana en la 99.9 que tienen deudas muy grandes de las obras sociales, en algunos casos con saldos no cobrados hace tres años. La situación, de no resolverse, obligaría a cerrar el lugar, “no hay otra opción”, destacó. Además, explicó el tipo de servicio que brindan.
Los establecimientos educativos de Mar del Plata sufren por diferentes cuestiones. Algunos por problemas de infraestructura o por falta de pagos a los proveedores de los servicios de comedor; otros, por las deudas de las obras sociales.
Esto es lo que sucede con la Escuela Oral, que está pensando en la posibilidad de cerrar sus puertas por las enormes deudas de las obras sociales que, en algunos casos, tienen 3 años atraso. Esta mañana en la 99.9, la directora del establecimiento, Ana Clara Cardozo, puntualizó que “la situación es dramática. En las últimas dos semanas no hemos logrado nada, nos reunimos con muchas personas pero no pasó nada. Tenemos deudas increíbles con las obras sociales que hacen que no se sostenga la escuela, no hay solvencia”.
También aclaró cuáles son las funciones específicas del establecimiento y qué los diferencia de otras escuelas del mismo estilo: “nosotros trabajamos con bebés y niños hipoacúsicos, en la zona es la única escuela que trabaja con un enfoque auditivo-oral, por eso es que la abrimos en el 2010. Las otras dos escuelas no tienen el mismo enfoque. A partir de las nuevas tecnologías de audífonos e implantes cocleares, trabajamos con los chicos estimulando el lenguaje de manera natural, siempre utilizando como vía principal el canal auditivo. Actualmente, la oferta del Estado es la lengua de señas; hay otra escuela que tiene un enfoque en la lectura de labios. Aquí el niño aprende a escuchar, a pensar y a hablar”.
Lo que llama la atención es que no solo están las deudas de por medio, sino también la violación a las leyes: “es una burla a la legislación, porque existe una Ley de Discapacidad. Y más allá de eso, está la Ley de Derechos del Niño y convenciones internacionales. Todo está preparado para que se cumpla la educación del niño de la mejor manera, pero hoy en día no se está cumpliendo nada”.
Cansada de la situación, detalló cuáles son las entidades más comprometidas: “tenemos deudas de Osplad, que desde agosto de 2010 dejó de pagarnos. El beneficiario, el alumno, sigue concurriendo a la escuela porque creemos que es una necesidad, no podemos dejarlo fuera de la institución porque la obra social no paga. Aun con medida cautelar en contra, que salió en marzo de este año, no se han comunicado con la escuela”. Luego abundó: “hay algunos casos como OSECAC, con deudas de las cuales no se hicieron cargo porque no teníamos la inscripción en el Registro de Prestadores y no nos querían pagar. Ahora el niño no está en la escuela, pero la educación se le brindó igual, con un compromiso de palabra de que iban a pagar”.
Al no pagar, todos los niños quedarán sin educación adecuada y los trabajadores, sin fuentes de ingresos: “tenemos 21 alumnos y 10 cargos docentes, además de otras personas que trabajan para la escuela. Esto es insostenible y hace que peligre la continuidad de la escuela. Estamos en julio y tenemos presupuestos sin aprobar de este año, hay otras que los aprobaron pero no han pagado”.
La tercera pata del sistema educativo, los padres, también han tomado intervención en el tema. Pero los reclamos siguen sin respuestas: “hablamos con los papás, porque son los únicos que pueden accionar a la obra social, pero ellos vienen vapuleados y no saben demasiado de discapacidad. Es terrible vivir luchando contra una obra social y todas las cosas que no te cumplen. Se han movido y fueron a la Defensoría del Pueblo, se presentará una carta al INADI, pero el tema es que nadie responde. Más allá de la educación, se está perdiendo mucho tiempo para los implantes. Tenemos nenes de 5 años que todavía no han recibido el implante, son años que se han perdido. Esto les pasa en edades críticas del crecimiento infantil. Hay leyes y leyes, pero no las cumplen”.
Los próximos pasos son muy claros: si no aparece el dinero, deberán cerrar el lugar. “Si las obras sociales no nos pagan tendremos que cerrar, no hay otra opción. Nos reunimos con el inspector jefe y con una diputada, se habló de la subvención estatal que se iniciará a través de un trámite, pero tenemos que esperar, ni siquiera está definido. Estamos preocupadas”, finalizó.