Los investigadores identifican al terrorista que mató a cuatro personas junto al Parlamento británico.
La policía británica ha realizado una operación policial en la ciudad de Birmingham, en pleno centro de Inglaterra, donde fue alquilado el coche empleado como arma por el terrorista que este miércoles asesinó a tres personas e hirió a otras 40 antes de caer muertos a tiros de la policía en pleno centro político y turístico de Londres. Mark Rowley, alto mando de Scotland Yard, ha confirmado que hay siete detenidos después de redadas en seis viviendas realizadas en Birmingham, Londres y otros puntos del país. La policía no tiene información que haga pensar en una amenaza inminente. Y no ha querido ofrecer la identidad del atacante, mientras la investigación sigue abierta. La policía ha rebajado de cinco a cuatro el número de muertos (incluido el atacante) y a 29 los heridos.
Varios medios locales han informado del operativo, en el que han participado “centenares” de agentes durante la noche, y que ha estado centrado en la calle Hagley de Birmingham, en el centro de Inglaterra, la segunda ciudad más poblada del país. También ha habido redadas en Londres y en otros lugares del país.
La principal hipótesis es que el atacante estaba “inspirado en el terrorismo internacional islamista”, aunque los investigadores apenas han ofrecido datos sobre su identidad, su nacionalidad, motivación, preparación o posibles cómplices.
El atacante, según expertos en lucha antiterrorista consultados por la radio pública, no era un completo desconocido para la policía. Se trataría de una de las tres millares de personas que se encuentran bajo el radar de Scotland Yard o el MI6, a las que, materialmente, no pueden someter a un seguimiento diario. Bajo la premisa de que no existen, en pureza, los lobos solitarios, la prioridad inmediata es descartar que el ataque formara parte de una trama más amplia. La policía investiga el círculo más próximo al atacante, sus viajes pasados, sus comunicaciones y su actividad en Internet.
Un total de 29 personas, de las 40 que resultaron heridas en el ataque, siguen ingresadas en diversos hospitales de la capital, siete de ellas en estado crítico. Los cuatro fallecidos, según Scotland Yard, son el agente de policía Keith Palmer, padre de familia de 48 años, que vigilaba el Parlamento; una mujer de cuarenta y tantos años y un hombre de cincuenta y tantos, de los que la policía no ha revelado la identidad pero a los que se ha refereido como de “una mezcla de nacionalidades”. El cuarto fallecido es el propio atacante.
La primera ministra tiene previsto pronunicar un discurso esta mañana en el Parlamento, tras el que los diputados podrán formularle pregutas sobre los avances de la investigación. Las dos cámaras reanudan su actividad con homenajes al agente Keith Palmer, que falleció en el ataque mientras protegía el Parlamento, cuya bandera ondea esta mañana a media asta. La estación de metro de Westminster continuaba cerrada a primera hora de la mañana y la presencia policial en las inmediaciones del Parlamento continúa siendo intensa.
El atentado sembró el terror en el centro de Londres y forzó la suspensión de una sesión del histórico Parlamento británico, cuyos diputados permanecieron encerrados en el recinto durante varias horas por motivos de seguridad. El atacante, cuya identidad no había sido hecha pública anoche, fue abatido a tiros de inmediato por las fuerzas de seguridad.
El hombre conducía un todoterreno marca Hyundai con el que fue arrollando sobre las 14.40 (hora local, una hora más en la España peninsular) a viandantes y policías que se encontraban en el puente de Westminster antes de empotrarse contra la verja del Parlamento, sito justo al final del puente, según el relato de los testigos. Entre los fallecidos se encuentra al menos un agente, según la policía metropolitana de Londres. Varios de los 40 heridos se hallaban anoche en situación “de extrema gravedad”. Uno de ellos es una mujer que se había lanzó al cauce del Támesis en su huida; fue rescatada con severas lesiones.
Las autoridades ordenaron evacuar las inmediaciones del Parlamento, tras lo que no dudaron en calificar los hechos como un atentado. La sesión que se estaba celebrando en Westminster fue suspendida de inmediato, y el edificio cerrado y acordonado. La policía informó, además, de que había desplegado agentes por toda la ciudad y pidió a los ciudadanos que permaneciesen alerta.
Después de estrellar el vehículo y salir de él, el supuesto terrorista logró adentrarse en los jardines del Old Palace Yard, adyacentes a la Cámara, antes de ser abordado por agentes de policía, a uno de los cuales atacó con un puñal de entre 12 y 15 centímetros. En las imágenes que se difundieron se puede comprobar que llevaba dos cuchillos. A continuación, un compañero del agente realizó varios disparos contra el atacante. Se cree que actuaba solo, aunque no se descarta que contase con algún cómplice.
En el momento del atentado, Theresa May se encontraba en el interior del Parlamento, donde se celebraba la sesión semanal de preguntas a la primera ministra. La líder británica fue escoltada fuera del recinto sin sufrir consecuencias. May convocó enseguida una reunión del comité de emergencias Cobra, que incluye a sus principales ministros, junto a altos cargos de defensa y seguridad, para evaluar la situación.
A última hora de la tarde, a las puertas del número 10 de Downing Street, la primera ministra leyó un comunicado en el que calificó el atentado de “nauseabundo y depravado ataque terrorista”. May confirmó que el nivel oficial de alerta en Reino Unido sigue siendo “severo”, el segundo más alto de una escala de cinco, el mismo en el que el país lleva “algún tiempo” instalado.
“La localización del ataque no es accidental”, aseguró May. “Los terroristas eligieron atacar en el corazón de nuestra capital, donde personas de todas las nacionalidades, religiones y culturas se reúnen para celebrar los valores de la libertad, la democracia y la libertad de expresión. Las calles de Westminster, hogar del Parlamento más antiguo del mundo, están imbuidas de un espíritu de libertad que resuena en algunos de los lugares más remotos del globo. Y los valores que representa nuestro Parlamento -la democracia, la libertad, los derechos humanos y el imperio de la ley- merecen la admiración y el respeto de la gente libre. Por eso es un objetivo para aquellos que rechazan esos valores”.
La primera ministra anunció que el Parlamento reanudaría esta mañana su actividad normal, lo mismo que la ciudad entera. “Avanzaremos todos juntos. Nunca nos rendiremos ante el terror. Y nunca permitiremos que las voces del odio y el mal nos separen”, concluyó. Las redes sociales, durante toda la tarde, se llenaron de mensajes de solidaridad con la etiqueta #WeAreNotAfraid (“No tenemos miedo”).
El primer ministro francés, Bernard Cazeneuve, confirmó que entre los heridos están tres estudiantes franceses, de entre 15 y 16 años, que resultaron heridos mientras se encontraban de visita escolar. Dos de ellos se hallan en estado crítico. El Ministerio de Exteriores de Rumania precisó que dos de sus nacionales figuran igualmente entre los heridos.
Este miércoles se cumplía un año de los atentados en Bruselas que causaron 32 muertos y más de 300 heridos. El ataque reavivó en la memoria de muchos británicos los atentados yihadistas de julio de 2005 en Londres, en los que fueron asesinadas medio centenar de personas.
Los líderes de numerosos países mostraron su solidaridad y apoyo al pueblo británico. El Gobierno del presidente de EE UU, Donald Trump, condenó el atentado y ofreció su total apoyo a Reino Unido para encontrar a los responsables. El presidente español, Mariano Rajoy, escribió en Twitter que “España está con el pueblo británico”. El ministro italiano del Interior, Marco Minniti, ha convocado para este jueves a las fuerzas de seguridad y los servicios de inteligencia ante la cumbre europea que Roma acogerá el sábado.