La representante del PRO en Santa Cruz habló en la 99.9 sobre la tarea que está realizando allí para construir una alternativa democrática y relató lo que le tocó vivir durante la pandemia.
En medio de la pandemia, quedaron expuestos distintos feudos que hay en el país con mucha naturalidad desde hace años. Uno de ellos, está en el sur, más precisamente en Santa Cruz donde se encuentra Silvana Giudici en representación del PRO cumpliendo con la tarea de ser quien arme un partido fuerte para brindarle alternativa a los habitantes de esa provincia.
“Con la nueva conducción del PRO Nacional de la mano de Patricia Bullrich y en un sistema de regularización de todas las provincias, decidimos que había que renovar la intervención en Santa Cruz para normalizar el partido. Con la pandemia fue difícil trabajar en la integración provincial porque las ciudades importantes están a 800 kilómetros entre sí”, comentó a través de la 99.9.
Con la irrupción del COVID-19, comenzó un largo período de fuertes restricciones en la provincia: “hubo medidas super estrictas donde la Fase 1 duró casi 5 meses, estaban sitiadas las ciudades que no se podían recorrer ni en auto generando mucha angustia en la gente sumado a lo que venía ocurriendo hace años en la provincia”.
Los santacruceños tienen necesidades básicas insatisfechas y con la pandemia, todo se volvió más complejo: “me encontré algo muy desesperante. Caleta Olivia, ciudad productiva, durante los últimos meses del año pasado y los primeros meses del verano los vecinos se movilizaban por falta de agua potable. Los camiones que venían a suplir el servicio de agua tenían conexión con el kirchnerismo de la provincia y cobraban sobre precios”.
En ese sentido, Giudici indicó que no estamos camino a ser Venezuela como se suele decir, sino que por el contrario “tenemos pequeñas Venezuelas en Formosa y Santa Cruz, por ejemplo. Acá no hay justicia independiente, todos los jueces dependen de familiares o amigos del kirchnerismo, no hay ley transparente porque hubo una reforma donde se impone la Ley de Lemas y las elecciones son cada cuatro años y no hay renovaciones escalonadas”.
Lo que pretenden es que el PRO sea una opción democrática en la provincia donde se instalan políticos a dedo prácticamente: “la sociedad está acostumbrada a los privilegios. Cuando llegaron las primeras vacunas Sputnik a Santa Cruz, los primeros en vacunarse fueron los intendentes kirchneristas y sus familias”, indicó. El PRO quiere hacerse fuerte en la provincia y está trabajando en ese proceso.