La periodista argentina radicada en Nueva York contó en la 99.9 lo que generó la cancelación y como afecta al ejercicio de su profesión.
Las prohibiciones en las redes sociales suelen ser difíciles de comprender porque se usan criterios automatizados donde incluso, tienen que padecer aquellos profesionales que quieren ejercer el periodismo.
Eso le sucedió a la periodista argentina radicada en Nueva York, Silvina Sterin Pensel a quien le cancelaron la cuenta de forma permanente y lo contó a través de la 99.9: “siempre cuidé mi cuenta de Twitter que fue suspendida el 20 de abril, porque creo que uno puede llegar a la gente sin intermediarios. Eso es muy poderoso y uno se olvida que está siendo monitoreado por autómatas y hay que tenerlo en cuenta. A 10 años de tener mi cuenta, con casi 17 mil seguidores fue cancelada de forma permanente. Es devastador para mi profesión, para tener voz, expresarse y dar nuestras perspectivas. Desde el 20 de abril que me desperté a la madrugada y vi mi cuenta vacía, estoy caminando en un episodio surreal que involucra tecnología, redes sociales y periodismo”.
Todo se dio a partir de un tuit publicado por ella en respuesta a otra colega fruto de un arrebato. “Se originó por un comentario que le hice a una periodista por una situación horrible. En Estados Unidos se desmanteló el derecho al aborto que regía desde 1973. Eso originó una situación espantosa porque las mujeres no están acostumbradas, ahora hay 24 estados que prohíben el derecho y no contemplan excepciones. El año pasado hubo una chiquita de 10 años violada a la que se le generó una pesadilla para interrumpir su embarazo. La semana pasada en Ohio hubo una intención de hacer una modificación a la Constitución Estatal para que esa prohibición total sea eliminada. La gente antiaborto está tratando de pelear con esto. Mi posteo tenía que ver con una mujer, Directora Ejecutiva de una organización llamada el Derecho a la Vida de Cincinnati, frente a la legislatura local dijo refiriéndose a la niña que si bien su cuerpo era frágil y el embarazo quizás hubiera sido difícil, el cuerpo de la mujer está diseñado para acarrear vida”.
Todo esto terminó dandole el contexto para opinar en la red social pero lo hizo de forma espontánea: “con este tema, pierdo los estribos. Lo encuentro de una violencia mayúscula. Creo que estaba en la cocina, vi eso, dejé todo y postee. Soy cautelosa pero en ese momento me dejé llevar. Lo que puse fue tomado como incitación a la violencia contra esta señora. Lo postee en inglés que además es algo que nunca hago. No me deslindo de responsabilidad, cometí un error en tuitear tan impulsivamente”.
Lo cierto es que ahora está censurada, no puede utilizar la red social ni generar otras cuentas por lo que sólo está limitada a leer lo que pasa sin interactuar: “queda todo en un análisis de la retórica cuando en realidad estamos hablando de la vida y las cosas que atraviesan las personas. La niña finalmente pudo interrumpir su embarazo, pero esta mujer quiere que la prohibición sea total y que, si vuelve a pasarle a otra nena, no pueda interrumpirlo. Estamos viviendo un momento delicado donde se están prohibiendo libros, hay una moral religiosa muy fea. Que te quiten la voz en este momento es pavoroso. No sólo me suspendieron la cuenta, es una cancelación permanente, no me permiten abrir otras cuentas y me han dejado para siempre en un modo de lectura”.