Mark Kent salió de un almuerzo en el hotel Sheraton y, cansado de esperar, subió a un colectivo para regresar a la embajada.
Pocos lo notaron. Parecía un oficinista más, con su traje empapado en una Buenos Aires lluviosa y en un colectivo de la línea 93 repleto. Mark Kent, el embajador británico en el país, fue a un almuerzo del Instituto Argentino del Petróleo y el Gas (IAPG) en el hotel Sheraton y, sin su chofer a disposición ni taxi a la vista, optó por utilizar la SUBE de otro funcionario y subirse al transporte público para regresar a la embajada.
Es que su habitual chofer estaba dedicado a recibir y trasladar al Presidente de la Royal Society y Premio Nobel de Química (Venki Ramakrishnan) que está de visita en la Argentina, según informaron desde la embajada, y la lluvia volvió imposible conseguir un taxi.
Tim Hanson, director del área comercial de la embajada británica, propuso como alternativa utilizar su tarjeta SUBE. Y ahí fueron. A la parada del 93, sobre la Avenida Del Libertador. Fue un viaje corto, de no más de 15 cuadras hasta el palacio Madero Unzué, donde funciona la embajada.
Distendido, Kent y Hanson posaron sonrientes mientras esperaban el colectivo: “Qué tormenta. Regresando mojado en el colectivo”, escribió Kent en su cuenta de la red social Twitter.
Kent, hijo de un camionero inglés, ya había tenido experiencias en el transporte público en el país. Vivió unos meses en Mendoza estudiando español y allí viajaba habitualmente en un colectivo de la línea 114 para llegar a la Universidad Nacional de Cuyo.