La meteoróloga Matilde Rusticucci trabaja en el Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Naturales de la UBA, que desde hace un tiempo estudia la influencia del cambio climático en los fenómenos meteorológicos. Esta mañana en la 99.9, habló sobre la tragedia en La Plata y destacó que “las proyecciones indicaban que los eventos extremos iban a aumentar su frecuencia”.
La tragedia ocurrida en La Plata tuvo muchos responsables, a pesar de que intenten negarlo y atribuyan las muertes a una mera causa meteorológica. Lo cierto es que los especialistas en la materia ya habían anticipado que esto podía suceder. Sin embargo, los políticos que deben ponerse a trabajar para prevenir, prefieren hacerlo cuando ya hay muertos.
Entre quienes trabajan activamente en el estudio del cambio climático y en cómo puede afectar a las ciudades, se encuentra Matilde Rusticucci, integrante del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales (FCEN) de la Universidad de Buenos Aires. Esta mañana en la 99.9, explicó: “desde la comunidad meteorológica venimos estudiando los cambios climáticos y vimos que esto venía aumentando. El cambio climático ha venido para quedarse, y las proyecciones indicaban que los eventos extremos aumentarían su frecuencia. Hablamos de lluvias intensas, olas de calor y cosas que en otros lugares se manifiestan como sequías extremas”.
Lo que se ha vivido en los últimos meses, incluso el granizo caído en Mar del Plata, son algunos de los síntomas que presenta este cambio que, sin dudas, tiende a empeorar en los próximos años: “estos fenómenos van a aumentar su recurrencia y la cantidad de lluvias serán mayores, superarán umbrales significativos. En toda la zona del sudeste de Sudamérica puede duplicarse el aumento de la frecuencia de estos sucesos en los próximos 50 años”.
Si bien esto puede ocurrir con frecuencia, ahora esa misma periodicidad empezará a acortarse: “se trata de tormentas muy intensas en una porción geográfica pequeña. Son formaciones nubosas muy altas que pueden conformar granizo o lluvias muy intensas en poco tiempo. Es algo natural de nuestro clima, pero el cambio climático hizo que se produjeran con mayor frecuencia”, puntualizó Rusticucci.
No es fácil controlar el clima. Por eso, lo que se reclama desde la experiencia que otorga el estudio es una mejor planificación de las ciudades, de acuerdo a la realidad actual de los fenómenos climáticos. “Una ciudad mal diseñada hace que el desastre sea mayor. Si uno planifica una ciudad para un determinado clima o para que soporte los desagües pluviales de determinada forma, lo han hecho para un clima que no es el mismo de ahora. En general, las ciudades no están planificadas, y eso genera que mayores desastres”, destacó la meteoróloga. Luego abundó: “sin planificación urbana, esto no tiene muchas soluciones. Sabemos que ocurrirá frecuentemente, no podemos evitar que ocurra; lo único que nos queda es evitar que el impacto sea demasiado fuerte”.
Consultada sobre las cuestiones a mejorar, además destacar la importancia de la planificación de las ciudades, Matilde Rusticucci, subrayó que “hay que hacer un conjunto de cosas. Se desde instalar un sistema de alertas correcto que pueda decirle a los medios y la sociedad qué es lo que tiene que hacer. Se necesitan un sistema nacional de emergencias y un sistema regional. Hay que invertir en el Sistema Meteorológico Nacional, en recursos tecnológicos para tener mejores radares y seguir formando recursos humanos”.
Parece una gran contradicción, pero el gobierno que más recursos aplicó a la ciencia está desconectado de sus profesionales cuando hay problemáticas de este estilo. “Fue la primera vez que se creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología en la historia del país y fue un avance significativo. Pero lo que falta claramente es que los gobernantes consideren que hay un material científico en nuestro país al que tienen que recurrir para solucionar problemas. Somos personas capacitadas para ayudar a solucionar problemas”, concluyó.