La vecina de la ex Zona Roja habló en la 99.9 al cumplirse un mes de vigencia de la nueva ordenanza que trasladó ese lugar: “no ha desaparecido del todo, hay resistencia al traslado”.
Ha pasado un mes desde que la ordenanza que delimita y reglamenta la Zona Roja en la ciudad entró en vigencia. Desde entonces, se han abierto distintos debates, pero sigue latente a la situación de los vecinos que empezaron a generar este movimiento para que sus vidas cotidianas no se vean alteradas por la oferta de prostitución y venta de drogas en las puertas de sus propias casas.
Soledad ha sido una de las representantes más activas en ese sentido y en la 99.9 habló sobre como está la situación ahora: “las cosas han cambiado bastante en Don Bosco, Los Andes y la Vieja Terminal. Hay mucha presencia policial, un operativo fuerte y hemos visto como va mermando la actividad, la oferta de prostitución principalmente”.
Lo que es concreto, es que la actividad se sigue practicando. En distintas modalidades, pero se sigue realizando: “no ha desaparecido del todo y hemos escuchado a la comunidad trans manifestarse diciendo que no van a dejar la zona. Hemos visto que no están desde temprano paradas en las esquinas, se las ve circulando, caminando que es lo que dijeron que harían porque no las pueden detener por ir caminando”.
De todas formas, advirtió que están atentos a lo que puede pasar y tienen respuesta inmediata: “nosotros cuando vemos que esto pasa, informamos por whatsapp a la línea que habilitó el municipio y enseguida se hacen presentes. Hay una resistencia a ir a la zona nueva”.
La gran duda que hoy tienen los vecinos de esos barrios es si continuarán con el intenso operativo policial de forma sostenida o irá disminuyendo con el correr de los meses: “en 2021, luego de la pandemia, tuvimos un operativo fuertísimo con móviles en las esquinas todas las noches y cuando se iba la policía, empezaban los problemas. Ahora la combinación del operativo con una ordenanza, ha hecho mella y traído consecuencias. No se cuanto tiempo más se sostendrá el operativo porque ahora en el verano si se necesita reforzar otras zonas, no se que pasará. Hay muchos trans que venían a hacer la temporada y seguramente volverán a las esquinas que tenían antes”.
Si bien se reglamentó una parte importante del problema, Soledad advirtió que la venta de droga sigue siendo un problema latente: “la punta del iceberg es quien provee la droga, debe haber muchos intereses de fondo. La comunidad trans ha sido una herramienta, se han escudado en esta moda de los derechos de la minorías para delinquir a plena luz del día en 3 o 4 barrios de la ciudad. De no haber ordenanza, cualquier barrio de la ciudad podría haber sido Zona Roja”.