Sólo doce partículas materiales conforman el Universo

Una investigación reciente, basada en el descubrimiento del Bosón de Higgs, determinó que sólo doce partículas y sus variaciones forman el Universo.


Tras el hallazgo del Bosón de Higgs, los científicos han encontrado la respuesta a una pregunta que se vienen formulando desde hace muchísimo tiempo: ¿de cuántas partículas se conforma el Universo?. Hasta ahora, el Modelo Estándar dice que sólo existen doce tipos de partículas de materia y que de sus varias combinaciones surgiría toda la inmensa complejidad del Universo.

Las partículas de materia, llamadas “fermiones”, son los componentes fundamentales del Universo. Sin embargo, durante mucho tiempo no estaba claro si conocíamos todos los componentes o si había otros aún no descubiertos. Entre las partículas de la primera generación están el electrón, el electrón neutrino y los quarks “arriba” y “abajo”. Estos dos últimos se unen para formar partículas más pesadas, como los protones y neutrones. Éstos, a su vez, se unen en núcleos y junto a los electrones, forman los átomos, que dan lugar a los diferentes elementos de la tabla periódica.

Pero muchos investigadores tenían la duda de que pudieran existir más componentes íntimos de la materia. Para tratar de resolver esa teoría, los investigadores combinaron los resultados obtenidos por los aceleradores LHC (en Suiza) y Tevatron (en Estados Unidos) y hallaron que la existencia de más tipos de fermiones puede excluirse con una probabilidad del 99,99999%. Pero los datos más importantes fueron los aportados tras el descubrimiento del Bosón de Higgs.

El Bosón de Higgs es el que otorga masa a las demás partículas. Si existieran fermiones adicionales aún no detectados durante los experimentos con los aceleradores, éstos deberían ser, por fuerza, más masivos de los que conocemos. Por lo tanto, interaccionarían con el Bosón de Higgs más intensamente que los bosones que nos son familiares. Y esa interacción debería haber modificado las propiedades del Higgs, de forma tal que no se hubieran podido detectar.