El grupo yihadista, Estado Islámico, pretende sembrar el caos en Occidente a través de la propaganda y perpetrando atentados, sin embargo, Hanna Bohman, los acusa de cobardes: «Huyen de la batalla siempre que pueden».
Hanna Bohman, una canadiense que combate en las filas kurdas a Estado Islámico, se ha propuesto desmontar el mito que circula sobre el grupo yihadista. Ella, que conoce cómo actúan, desvirtúa esa temible imagen que de ellos se tiene en Occidente: «Son solo una piedra en el zapato».
También conocida con el nombre de Tiger Sun, se unió en marzo del año pasado a las fuerzas kurdas de Irak para luchar contra Daesh. Se apoya en su experiencia en el campo de batalla para lanzar un mensaje a Occidente, asegurando que la imagen que se tiene del grupo extremista no se corresponde a la realidad, «es engañosa», ha confirmado a «Business Insider».
«No son ningún gigante, tampoco un monstruo sagrado que se erige como el baluarte para condenar a los incrédulos», sostiene, tal y como recoge «The Independent».
«Son solo un montón de sucios, cerdos que se arrastran y se escapan a la primera señal de resistencia», confiesa Tiger Sun.
La soldado, de 46 años, trabajaba como modelo y oficinista en Vancouver antes de dejar su vida por la lucha contra elsta manifestación del radicalismo islámico.
No han sida las anteriores las únicas acusaciones de la canadiense. Sin pelos en la lengua se ha atrevido contra Erdogan, a quien denuncia por querer utilizar a la célula terrorista para eliminar la «amenaza» de los kurdos a la soberanía nacional de Turquía.
Tuvo que regresar en junio a casa por malnutrición pero no se rindió y desde septiembre vuelve a encarar al grupo terrorista desde las filas de YPG (Unidades Femeninas de Protección). Está dispuesta a prestar batalla de la forma que sea, en el lugar pero también en la retórica, esa gran aliada con la que Daesh engaña a Occidente.