Varios equipos de investigadores consiguen comunicarse con personas dormidas y conscientes de que están soñando.
La ciencia ya permite que nos comuniquemos con las personas mientras duermen. Un nuevo artículo publicado en la revista científica Current Biology muestra cómo equipos de investigadores han logrado mantener un diálogo de preguntas y respuestas simples con quienes descansan gracias al movimiento de los ojos de estos últimos. Semejante avance ofrece una ventana para estudiar los sueños de primera mano.
El alucinatorio mundo onírico es una vivencia que empaña el descanso de los seres humanos. Sus características -que supongan unas sensaciones y una imaginería casi tan reales como la propia realidad- ya son un motivo más que suficiente para dirigir el interés hacia los sueños.
Más allá de lo estético, numerosas preguntas siguen sin respuesta para la ciencia ¿Por qué soñamos? ¿Cómo se crean los escenarios oníricos? ¿Soñar otorga algún beneficio en las funciones del cerebro? El problema viene a la hora de estudiar este campo tan privado y volátil. Informar sobre los sueños al despertar está sujeto a distorsiones y olvidos.
Pero una parte de la población tiene la llave para entrar en el espacio onírico. Algunas personas experimentan lo que se conoce como sueños lúcidos. Durante la vivencia, son conscientes de que se están soñando por lo que pueden actuar a voluntad en el espacio onírico.
Esta especie de don ofrece una oportunidad para investigarlos en tiempo real. El artículo en cuestión recoge las investigaciones de cuatro grupos de investigación de Estados Unidos, Francia, Países Bajos y Alemania que han sabido aprovechar semejante habilidad. En él se presenta el estudio de 36 personas en total a quienes les hicieron preguntas mientras soñaban que fueron capaces de responder.
Los diferentes equipos han seguido un método muy parecido. Para saber que las personas se encontraban en el mundo onírico se sirvieron de los cambios en las señales eléctricas del cerebro. Para las respuestas, el movimiento de los ojos fue la clave.
Los sueños se producen en la fase REM del ciclo de descanso, que corresponde a las siglas en inglés de fase de movimientos oculares rápidos. Y es que, durante esta etapa, los ojos se desplazan rápidamente por las cuencas mientras que el cuerpo se encuentra completamente paralizado -la naturaleza es sabia y así nos evita que representemos los sueños en la vida real-.
Así pues, con la persona dormida y el sueño en marcha, primero hicieron una prueba de chequeo. Los durmientes fueron capaces de confirmar que se encontraban soñando con movimientos oculares de izquierda a derecha recogidos por electrodos pegados por la cara. Luego, vino la fase experimental.
Los soñadores lúcidos pudieron seguir instrucciones pronunciadas en alto por los científicos para calcular operaciones matemáticas, responder preguntas de sí o no, o discriminar estímulos visuales, táctiles o auditivos. Una vez despiertos, los participantes generalmente informaban que habían recibido preguntas de los experimentadores.
Por ejemplo, el grupo alemán perteneciente a la Universidad de Osnabrück preguntó sumas fáciles que las personas respondieron en tiempo real mientras dormían. De manera previa, los investigadores habían enseñado código Morse a los durmientes para pudieran comunicarse por esa vía. Así, si la respuesta era “9”, —-. en código morse, la secuencia de movimiento de los ojos sería “derecha-derecha-derecha-derecha-izquierda”.
“Sabemos desde hace mucho tiempo que la cognición y la conciencia no se apagan durante el sueño, pero nuestros resultados ahora amplían las oportunidades para mirar empíricamente dentro de la mente dormida”, concluyen los investigadores en el artículo.
Los “sueños interactivos” pueden servir de partida para una nueva era de investigaciones sobre el sueño y sus enigmáticas dimensiones cognitivas
Entrenar mientras se duerme
La ciencia también ha documentado que es posible aprender habilidades durante los sueños. Este proceso ya es empleado por algunos atletas o músicos, soñadores lúcidos , para mejorar su desempeño en la vida real.
En el caso de quienes practican deportes, cuando quieren afianzar un movimiento se lo imaginan de manera voluntaria mientras sueñan para así memorizarlo mejor. El sueño lúcido se une aquí con el entrenamiento en imaginación visual, una técnica empleada entre algunos deportistas como complemento a su preparación física. Es, sin duda, una buena manera de evitar lesiones sin dejar de practicar.
El entrenamiento en imaginación visual durante los sueños lúcidos ofrece la ventaja de reproducir incluso de forma más realista los movimientos que en estado de vigilia. Todo el espacio parecerá realmente real y la persona quedará completamente absorta en él aunque sepa que está soñando. Y, por supuesto, el tiempo se aprovecha al máximo.