El abogado Osvaldo Verdi, defensor del dueño del taller mecánico que hoy está acusado de tener un desarmadero y que también está involucrado en la causa por la muerte de Alejandro Sosa, habló esta mañana en la 99.9. Sin justificar la golpiza que terminó con la vida de Sosa, destacó que “el intento de robo de una moto existió”. Además, aclaró que su cliente Cristian Aguirre “tiene un taller mecánico de barrio” y no un desarmadero.
El caso de Alejandro Sosa tomó un camino muy sinuoso desde que el abogado César Sivo asumió la defensa de la familia. En las últimas horas aparecieron ciertas versiones que vinculan a la causa al dueño de un taller mecánico que sería propietario de un desarmadero, en connivencia con la Policía.
Para aclarar este rumor, habló esta mañana en la 99.9 el abogado Osvaldo Verdi, que representa a Cristian Aguirre, propietario de dicho taller: “represento a un civil que es mencionado en los medios como ‘el mecánico’. Es una persona que tiene un taller mecánico de barrio, humilde; incluso tenía un empleado que fue víctima de un intento de robo y fue este sujeto que terminó desencadenando lo que sabemos ahora”.
Si bien todos coinciden en que la muerte de Sosa no tiene justificación alguna, el letrado destacó que “el intento de robo existió. Estaba con un arma de fuego e intentó sustraerle la moto a Nahuel, que es el empleado del taller. Él fue con una moto del taller a comprar un repuesto y se cruzó con Alejandro Sosa, que le mostró el arma de fuego e intentó robarlo. Eso hizo que se busque a Sosa para su posterior detención”.
Hasta ahora, poco se conocía del pasado de la persona fallecida en la Comisaría 3°, pero Verdi develó un dato importante: “ayer tuve en mis manos una sentencia condenatoria del año 1998 respecto de Sosa por un homicidio en ocasión de robo. La víctima tenía antecedentes penales. Debía haber sido tratado como cualquier persona, lo tendrían que haber detenido y puesto a disposición de la Justicia, en eso estamos todos de acuerdo”, precisó. Luego abundó: “la cuestión es que se involucró a mi representado como socio de la Policía diciendo que, en vez de un taller mecánico, tenía un desarmadero y que además todo pasó por la connivencia con la Policía. Esto no es así. Es una persona que no tiene que ver con el delito, se dedica al trabajo y nunca tuvo una entrada en la Comisaría”.
Después de las acusaciones, las repercusiones para Aguirre fueron inmediatas. Según el abogado, dichas acusaciones están infundadas y son un invento: “ahora, a partir de este suceso, tuvo varios dolores de cabeza. Salió en los medios que el mecánico tenía un desarmadero, que se había hecho un allanamiento y habían secuestrado autopartes. Estuve ahí y lo que se llevaron fueron partes rotas de autos que se descartan porque no sirven para nada”.
La única relación del propietario del taller con personal policial surgía del arreglo de las unidades de patrullaje: “en el taller se reparaban los patrulleros, pero es algo que lo sabía todo el barrio. No sólo reparaba autos de la Seccional 3° sino de otras seccionales también. Ser mecánico reparando patrulleros no es una relación espuria ni mucho menos. No hay ninguna relación más que esa”, dijo.
Ante todo esto, incluso Gustavo Pulti salió a hacer declaraciones mediáticas indicando que perseguirán a los que tienen desarmaderos hasta su última guarida, en una frase que parece salida de una novela de poca monta más que de un lineamiento político. “El Intendente dice algo que no es real; ellos saben dónde están los verdaderos desarmaderos, lo sabe todo el mundo. Si para perseguir a los delincuentes se molestará a la gente de trabajo, se está tomando el camino contrario al que deberían tomar”, finalizó Verdi.