Starbucks, McDonald’s y Fiat, los otros evasores en la mira de Europa

El brazo ejecutivo de la Unión Europea comenzó en 2014 la persecución a multinacionales por exenciones impositivas consideradas ayudas de Estado ilegales.

Starbucks“No nos falta dinero, nos sobran ladrones”, decían los carteles de muchos manifestantes europeos durante los peores momentos de la crisis económica. Mientras los gobiernos –a las órdenes de Bruselas y Berlín- ajustaban reduciendo gasto público y subiendo impuestos, grandes multinacionales apenas contribuían a los fiscos y evadían miles de millones de euros en impuestos a través de chanchullos fiscales acordados bajo cuerda con países europeos.
El brazo ejecutivo de la Unión Europea, tras varias filtraciones difundidas por la prensa –principalmente el escándalo “LuxLeaks”- agarró el toro por las astas y desde la segunda mitad de 2014, con la llegada a la comisaría de Competencia de la danesa Margrethe Vestager, empezó a investigar a grandes multinacionales utilizando la normativa europea sobre ayudas de Estado al considerar que esa evasión fiscal equivalía a que las empresas hubieran recibido ayudas de Estado ilegales.
Vestager pegó ayer su más ruidoso puñetazo sobre la mesa al exigir al gobierno irlandés que haga pagar a la tecnológica estadounidense Apple –la mayor empresa del planeta por cotización bursátil- 13.000 millones de euros más intereses no pagados entre 2003 y 2014. La iniciativa de Vestager –a pesar del lobby de Washington y del enfado de Dublín- no es el único golpe europeo a la evasión fiscal de las grandes empresas.
En octubre del año pasado, Bruselas ordenó al gobierno holandés que hiciera pagar a la estadounidense Starbucks 30 millones de euros en impuestos impagados. Holanda había pactado con Starbucks un trato fiscal ventajoso que permitía que la empresa canalizara hacia el país europeo la mayoría de sus beneficios logrados fuera de Estados Unidos. Los cafés que vendía en Francia, España, Italia o Alemania, por ejemplo, tributaban –a tasas bajísimas- en Holanda.
Junto a Starbucks cayó Fiat. La automotriz italiana recibió la orden de pagar 30 millones de euros en impuestos nunca pagados al gobierno luxemburgués. Otro que había diseñado trajes a la medida para cientos de multinacionales que les permitía evadir impuestos por toda Europa. Vestager dijo entonces que esperaba que aquellas dos decisiones sirvieran para que gobiernos y empresas supieran que “todas las empresas, grandes o pequeñas, multinacionales o no, deberían pagar su justa cantidad de impuestos”.
Vestager no frenó. En enero ordenó a Bélgica que recuperara 700 millones de euros de 35 empresas a las que había permitido no tributar por más del 90% de sus beneficios. Entre las señaladas aparecían British Petroleum y la belga AB InBev, la primera cervecera del planeta.
En los despachos de la Dirección General de Competencia de la Comisión Europea, el brazo armado de Bruselas contra estas prácticas, hay varios expedientes a punto de resolución.
Vestager apuntará ahora a Amazon y sus acuerdos fiscales con Luxemburgo. En 2003 la empresa y el gobierno que presidía el ahora presidente de la Comisión Europea Jean-Claude Juncker, acordaron un marco fiscal que permitía a Amazon conducir al pequeño país europeo la mayoría de sus beneficios en Europa y tributar apenas un 1% por ellos. Un informe de la agencia Reuters habla de que habría hasta 400 millones de euros en impuestos impagados.
McDonald’s y, otra vez Luxemburgo, son el otro gran dossier a punto de cerrarse. Vestager explicó en diciembre de 2015 que estaba investigando a McDonald’s porque desde 2009 la empresa no había pagado ni un centavo en impuestos –ni en Luxemburgo ni en Estados Unidos- de los royalties que le pagan sus filiales en el resto de Europa y Rusia.
Entonces Vestager apuntaba además a los acuerdos que impiden la doble imposición fiscal y que la empresa estaría aprovechando para no pagar en ningún sitio: “el objetivo de los tratados de doble imposición es evitar que se paguen impuestos dos veces por los mismos beneficios, no justificar no pagar en ninguno de los dos sitios”.