Esta mañana en la 99.9, Marcelo Leiva contó las penurias que sufre junto a su familia, que fue trasladada por decisión del Municipio a la Casa del Deportista después de que una banda organizada tomara su casa en el Barrio Belisario Roldán. Apuntó como responsables a varios funcionarios públicos.
Esta mañana, un nuevo testimonio publicado en la 99.9 derivó en una grave denuncia contra funcionarios municipales. Las acusaciones incluyen maltratos hacia una familia y, otra vez, la acción de bandas organizadas que toman casas para venderlas.
Marcelo Leiva y su famlia son los protagonistas de esta historia: “yo vivía en las casas del Plan de Viviendas del Barrio Belisario Roldán. Y con mi esposa, por la violencia que había en esa zona, inauguramos una escuelita de fútbol que duró 4 años y medio”. Allí empezaron sus problemas: “fue truncada el 14 de enero por una banda organizada. En el Plan Federal de Viviendas hay varias bandas que se ocupan de la toma sistemática de casas para venderlas después. Hacen lo que llaman ‘una causa’, y van sacando a las buenas familias del Plan Federal”.
Cuando la vivienda de Leiva fue tomada, el Municipio, según su relato, lo sacó del lugar: “fuimos blanco de esta banda. Una muy mala decisión del secretario de Desarrollo Social, Martín Aiello; del Sr. Alveolite, el Sr. Ventimiglia y la Sra. Marisa Vargas, llevó a que me saquen de mi casa porque me intentaron asesinar dos veces. Me dispararon 40 tiros en la vereda de mi casa desde un auto Renault 12 rojo. Me llevaron a mí y a toda mi familia a una dependencia municipal. Somos 11 personas en total”.
Esa dependencia municipal es la Casa del Deportista. Y ahí siguió se agravó el calvario para Marcelo y su familia: “desde entonces, sufrimos un maltrato institucional increíble. Tuve dos reuniones informales con Marisa Vargas y no nos han solucionado nada”.
Las irregularidades ya no tienen que ver solamente con Leiva y su familia, sino que aparecen otras cuestiones graves: “cuando llego a la Casa del Deportista, me encuentro con dos coordinadores: Carlos Eculef y Nadia Contreras. Estos dos personajes que maltrataron a mi familia, tenían alojada a una persona de la calle llamada Daniel, que manejaba la calle de los lockers, decidía quién comía y quién no, y mandaba más que cualquier operador municipal. Lo que no entiendo es cómo una persona de la calle estaba manejando un lugar municipal”.
Al parecer, por haber hablado de lo que estaba ocurriendo, Leiva fue objeto de represalias más fuertes: “Marisa Vargas se tomó esto como algo muy personal y empezamos a recibir todo tipo de persecuciones. El día 3 y 4 de abril tuve audiencias con el intendente Gustavo Pulti, y lo trajo a Aiello para que me solucione todos los problemas. Tenemos grabaciones de voz y filmaciones de los maltratos”.
Además de hablar sobre la comida, literalmente podrida, que le han dado en la Casa del Deportista, también denunció que no tiene una escuela donde llevar a sus hijos: “están sin escolaridad en este momento, estoy desde febrero buscándoles colegio”.
La situación es desesperante. Por eso, Leiva y su familia decidieron hacer pública la situación. Incluso así, los maltratos no se detienen: “ayer a la tarde, cuando pedí que me dejaran contar lo que me pasaba, metieron a dos policías con escopeta en mano y se querían meter de prepo en la habitación. Mi señora les preguntó los datos a los policías y no se los quisieron dar”.
Ahora, resta esperar para que las denuncias generen la reacción de los responsables y se investigue qué está sucediendo: “en todos los lugares donde fui a reclamar, me cerraron las puertas. Esto tiene que parar, debe terminarse. Hasta el mes de enero éramos una familia normal, pero después todo cambió. Esta gente se lleva puesto todos los estamentos y los derechos habidos y por haber”.