El Ministerio Público de Suiza informó este miércoles que los fondos confiscados por la Justicia de ese país, vinculados con el esquema de corrupción en Brasil, conocido como “Lava Jato” ascendieron a 1.000 millones de dólares en 2016, por encima de los 800 millones registrados en 2015.
Los resultados de la investigación suiza del “Lava Jato”, nombre de la operación policial que desbarató la red corrupta en torno a la petrolera estatal Petrobras por presunto pago de sobornos, fueron divulgados este miércoles por los medios brasileños en el marco del balance de actividades del organismo suizo el año pasado.
Del total de fondos bloqueados, más de 200 millones de dólares ya fueron devueltos a las autoridades brasileñas, informó el procurador general de Suiza, Michael Lauber, quien calificó el caso como “de interés público” y equivalente a la corrupción en la FIFA y el financiamiento de grupos terroristas como Al Qaeda y Estado Islámico (EI).
Hasta el momento fueron abiertas en el país europeo unas 60 investigaciones vinculadas con la operación “Lava Jato” y más de 1.000 cuentas bancarias vinculadas al caso fueron revisadas, entre ellas las del ex presidente de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha.
Cunha fue condenado a fines de marzo a más de 15 años de cárcel por corrupción, acusado de haber recibido un soborno de 1,5 millones de dólares para hacer de intermediario en un negocio de Petrobras en África.
Se estima que la trama costó millones a las arcas públicas debido a los sobrecostos en los contratos para “compensar” el gasto de los sobornos.
“Lava Jato” es considerada como la mayor investigación anticorrupción en la historia de Brasil. El caso se extiende a otras grandes compañías del país como la constructora Odebrecht, que admitió en diciembre haber pagado cientos de millones de dólares en una decena de países latinoamericanos en una trama de fraudes similares.