Así lo aseguró en la 99.9 la mamá de Paula que tomó la decisión de atar a su hija a la cama para que no se drogue y ahora el juez quiere imputarla por secuestro: “estamos pasando un momento de nervios, pero la até porque no iba a permitir que mate a alguien, a su hijo, a mí o incluso que muera ella. Me hago responsable”, dijo.
Las decisiones judiciales en Mar del Plata a veces tienen poco que ver con la realidad. Eso está sucediendo con la mamá de Paula, una mujer que decidió atar a su hija a la cama para que no saliera a drogarse. Ahora, el juez Juan Dominoni quiere procesarla por secuestro.
La mujer en cuestión es Susana Chiramberro que habló en la 99.9 sobre la situación que está atravesando su hija en primer término: “estamos pasando un momento de nervios. Mi hija por suerte está haciendo un tratamiento por lo que de a poco está mejorando. Ella hace bastante que consume, antes no lo hacía como estos últimos años, pero hace 14 o 15 años que consumía. Fumaba el típico cigarrillo, pero ahora consumía cocaína. Los últimos dos años y medio o tres empezó con consumos más fuertes”, contó.
Desde hace tiempo que están tratando de pedir ayuda en distintos estamentos y nadie se la ha brindado. “Empezamos hace años a pedir ayuda. Incluso estuvo en tratamiento algunas veces y le hicieron una evaluación, la llevé a psiquiatras y psicólogos, pero todos los intentos eran fallidos porque ella no quería ir. Estos últimos años estuve luchando para que la puedan internar, pero no para sacármela de encima, sino para que de una vez por todas y con un tratamiento adecuado, pueda entender lo que le está pasando. La droga la puede llevar a una patología psiquiátrica”, agregó luego Susana.
El paso siguiente era hacerlo público a través de los medios para que alguien finalmente la pueda ayudar: “este último tiempo, tuve que hacerlo público porque era desesperante. Fui al juzgado muchas veces y jamás me dieron una respuesta positiva. Busqué a Claudio Izaguirre para que me ayude y fue así”, indicó.
Para tener un poco más de noción de lo que estaba atravesando esta madre en particular, indicó que estaba poniendo en peligro a todos a su alrededor, inconscientemente y fruto del estado de adicción que tenía. “Mi hija estaba en un estado muy grave, no podía dejar que pasara esto. La até porque ella andaba en la calle pegándole a la gente con un palo, andaba con una sevillana y robaba. Gente del barrio venía a decirme que le había querido robar con el cuchillo. No conocía a nadie, a cualquiera le pegaba o lo insultaba”, relató.
En los juzgados, como suele pasar últimamente, no había respuestas concretas y por el bien de su hija tomó la drástica decisión de atarla: “me tomaban el pelo; me decían que no podían hacer nada por la ley de salud mental. No iba a permitir que mate a alguien, a los hijos, a mí o que se muera ella. Por eso la até y me hago responsable”.
La última notificación que ha tenido es un intento de procesamiento, cuando en realidad mientras hay una causa en curso, quienes deben llevarla adelante ni siquiera tenían conocimiento de donde estaba Paula: “el juez Dominoni nos notificó que vaya mi marido al juzgado a la parte de la Defensoría por los datos de Paula. Cuando fue, se encontró con que ellos no sabían que Paula estaba internada. Antes de ayer llegó un papel donde tengo que presentar un escrito de porqué la tuve atada y porque hice el video. Supuestamente, dice que puede terminar en una imputación penal”.
Lejos de amedrentarla, Susana advirtió que irá hasta las últimas consecuencias, porque sigue luchando por la salud de su hija: “el juez está creyendo que puede hacer lo que quiera respecto a mí, parece que fuera algo personal. Pedí que bajara el juez cuando me presenté en el juzgado y nunca dio la cara. Conmigo que haga lo que quiera, porque conmigo no va a poder”, sentenció.