Un periodista de EL PAÍS ha sido agredido durante una asamblea del sector del taxi.
Los taxistas decidieron este sábado mantener el bloqueo de la Gran Via de Barcelona a pesar de que el Govern se mostró dispuesto a ampliar el margen de 15 minutos para precontratar un VTC que pretende establecer por decreto. Por su parte, los conductores de Uber y Cabify, también decidieron demostrar su descontento concentrándose en la avenida Diagonal. El Govern propuso que sean los entes municipales los que aumenten el tiempo, como reclaman los taxistas, por lo que en la capital la decisión competería al Área Metropolitana que preside Ada Colau.
La protesta de los taxistas contra el decreto que presentó el pasado viernes la Generalitat para regular la actividad de los coches con licencia de Vehículos de Turismo con Conductor (VTC), que utilizan plataformas como Uber o Cabify, sumó ayer otra jornada de tensión en Barcelona, que acabó con dos de sus principales arterias bloqueadas. Por un lado, los taxistas ocuparon la Gran Via. Por otro, los conductores de VTC decidieron aparcar sus vehículos en tres carriles de la avenida Diagonal en protesta por el mismo decreto y por no ser parte de las negociaciones. Ambos, taxistas y conductores de VTC, decidieron mantener sus protestas.
El bloqueo continuará pese a la oferta de la Generalitat. El consejero de Territorio y Sostenibilidad, Damià Calvet, trató durante cuatro horas de convencer a los taxistas para que levantasen su protesta, que empezó el viernes. Incluso con una llamada del presidente de la Generalitat, Quim Torra, según contaron los taxistas. El decreto prevé obligar a que, para contratar los servicios que usan licencias VTC, sea necesaria una antelación de 15 minutos. Calvet amplió anoche la oferta para lograr desconvocar la huelga: que las entidades locales, entre ellas el Área Metropolitana de Barcelona (AMB), que reúne a 36 municipios, puedan hacer reglamentos adicionales al decreto y aumentar el tiempo de antelación. Este tiempo podría variar “según criterios ambientales, territoriales y de duración del servicio”, dijo Calvet. Es decir, a más población o riesgo para el medio ambiente, más minutos de antelación para precontratar un Uber o un Cabify. No fue suficiente. Pese la división de opiniones y algún momento de tensión, la asamblea de taxis acabó con el grito: “Ni un paso atrás”. El gremio exige una antelación de entre 12 y 24 horas.
La oferta del Govern tampoco convenció a los conductores de VTC, que ven peligrar su trabajo si se aprueba este decreto. Calvet se comprometió a reunirse con ellos el próximo lunes, pero varios centenares de coches de Uber y Cabify ocuparon a primera hora de la tarde parte de la avenida Diagonal, enojados con el Govern, que no les citó en las negociaciones de ayer. “Hemos demostrado que también podemos bloquear Barcelona, y que lo haremos durante el Mobile World Congress si hace falta”, dijo un portavoz. La amenaza sobre el congreso de móviles, que se celebra a finales de febrero, el principal escaparate de la ciudad, también la habían lanzado días antes los taxistas.
Ambas protestas han empezado de forma espontánea, sin solicitud formal y sin registro oficial de unos servicios mínimos. Ante este colapso de la movilidad por las protestas, el Ayuntamiento de Barcelona se limitó ayer a reconocer el “derecho a la manifestación” y a pedir que el bloqueo no se alargue, y descartó tomar medidas de carácter urgente para facilitar la circulación. El primer teniente de alcalde, Gerardo Pisarello, trasladó la responsabilidad al Gobierno de Torra, al que acusa de haber encendido los ánimos de los taxistas con una propuesta “insuficiente”. La Generalitat es la primera que presenta una iniciativa para regular el sector después de que el Gobierno central trasladase a las comunidades autónomas, mediante un real decreto ley, las competencias de gestión de licencias VTC.
Agresión a un periodista
La propuesta de la Generalitat ha levantado una ola de indignación entre los taxistas. El viernes, la manifestación se saldó con siete detenidos por desórdenes y desperfectos a más de 30 coches VTC, según informó Cabify. Ayer por la mañana, en una tensa asamblea del sector, el periodista de EL PAÍS Alfonso L. Congostrina, resultó herido tras recibir un golpe en la nariz de uno de los asistentes a la asamblea, que intentaba impedir la grabación una discusión entre taxistas.
La asociación más activa en las protestas del sector, Élite Taxi, emitió un comunicado en el que se condenaba la agresión. También el presidente de la Generalitat, Quim Torra, expresó en su cuenta de Twitter su condena a la agresión y su apoyo al periodista. Concejales del Ayuntamiento de Barcelona han expresado de forma similar su apoyo.
La protesta en Barcelona, que no supuso grandes problemas de movilidad por ser un día festivo, se produce a pocas horas del inicio de movilizaciones en Madrid. Los taxistas de la capital han anunciado un paro indefinido a partir de las seis de la mañana del lunes. La protesta podría afectar a la movilidad de la ciudad durante la celebración de la multitudinaria feria del turismo Fitur, del 23 al 27 de enero.