El grupo Techint se adjudicó la segunda etapa de la obra de ingeniería de la Central Argentina de Elementos Modulares, conocido como Carem 25.
La empresa ganó en la sumatoria de puntos y se quedó con la construcción de la obra de ingeniería del primer reactor de baja potencia realizado en su totalidad con tecnología local, en construcción en la localidad bonaerense de Zárate.
El contrato, firmado ayer con la presencia del subsecretario de Energía Atómica, Julián Gadano y el titular de la CNEA Osvaldo Calzetta y de Gustavo Gallino, director general de Techint Ingeniería y Horacio Amartino, director de Planeamiento de Techint, establece que la obra es por un monto de u$s 70 millones y que la contratista deberá realizar la obra en 25 meses.
Según explicaron fuentes del Ministerio de Energía y Minería, “Techint no presentó la oferta más baja, fue segunda, pero la licitación era por una oferta técnica y otra económica y con el primer sobre sumó más que el resto”
Techint se impuso a las ofertas de Cartellone, Caputo, Dycasa, Contreras y Rivas. Esta última presentó la oferta más barata, pero no contaba con experiencia nuclear.
La primera etapa de esta obra fue ejecutada por la Unidad de Gestión Atucha II (subsidiaria de Nucleoeléctrica Argentina). Pero un acuerdo entre la CNEA y NASA estableció el corrimiento de esta última. “Nasa no tiene por qué hacer obras de infraestructura”, explicaron desde el Ministerio que comanda José Aranguren.
Esto significó que Nasa dejara de trabajar con 11 subcontratistas y derivo en el conflicto sindical con la UOCRA de Zárate.
Ahora, mientras Techint se hace cargo de la obra de ingeniería civil que, según confirmó la empresa, comenzarán en dos semanas. Mientras tanto, el Ministerio de Energía comenzará a trabajar en la licitación del montaje del reactor nuclear.
Aunque la CNEA reconoció una “demora” en los plazos de las licitaciones, la idea es que el Carem 25 empiece a funcionar en el 2020, y la estrategia de este desarrollo local es la de participar del mercado de la generación nuclear con módulos de menor tamaño que permite el abastecimiento eléctrico de zonas alejadas de los grandes centros urbanos o polos fabriles con alto consumo de energía, en donde China emerge como uno de los grandes compradores.