Una escuela que funciona en Punta Mogotes y donde se articulan las instituciones N° 14 y N° 41, tiene graves problemas edilicios con paredes rajadas y con peligro de derrumbe. A pesar de estar en esa condición, los padres tuvieron que reclamar públicamente una respuesta como lo hizo Marcela esta mañana en la 99.9: “la arquitecta Luenzo se niega a mostrar los estudios a la directora”, anticipó.
El estado de los colegios de Mar del Plata, en algunos casos, es extremo. Hace unos meses, que la escuela N° 14 y N°41 que funciona en Punta Mogotes tiene problemas de estructura con paredes rajadas y el miedo lógico de la comunidad educativa de que un derrumbe lastime a los estudiantes.
En ese contexto, las respuestas oficiales han sido realmente increíbles porque quien está a cargo de los estudios se niega a mostrárselo siquiera a la directora del establecimiento y además, al propio directivo le dijeron que no hable públicamente del tema.
Esto lo denunció esta mañana en la 99.9, Marcela, madre de uno de los chicos que concurre a esa escuela. “Venimos con este problema desde junio. En el Concejo Escolar no nos dan ninguna solución, a los directivos no le quieren mostrar el resultado de los estudios hechos y los padres tenemos miedo de mandar a los chicos al colegio”, indicó. Después agregó: “hay padres que firmamos para no mandar los chicos al colegio, hay algunos que siguen yendo. Están concurriendo mitad de cada curso o un poco menos, no le tenemos confianza a la arquitecta. En un momento firmó que el paredón del colegio estaba bien y a los tres días se cayó. Al estar con miedo preferimos no mandarlos y seguir con los módulos, aunque no es lo correcto”.
El nombre señalado es el de la arquitecta Luenzo que fue acusada también por esta mama, que se mostró indignada con la situación: “la arquitecta no quiso hablar con nosotros cuando nos reunimos un grupo de padres, es lo más maleducada que puede haber. Cuando hubo una reunión en el patio del colegio con primaria y secundaria estaba todo el tiempo con el celular y cuando se reunió con la directora, no quiso recibir a los padres”.
Las formas en las cuáles se ha manejado hasta el momento, hacen que los padres desconfíen aún más de todo el tema: “tiene mucha arrogancia y prepotencia. La directora es un amor, pero dentro del Concejo Escolar no puede hacer más, nos estamos moviendo los padres, pero no nos quiere mostrar el resultado del estudio”, puntualizó Marcela.
Los padres no se quedaron de brazos cruzados y buscaron respuestas: “hemos ido a la Defensoría del Pueblo donde dijeron que habían mostrado el resultado, le escribimos al gobernador sin ninguna respuesta y ya no sabemos adonde recurrir. Muchos padres pensamos que si hubo rajaduras sin los chicos, con los chicos puede ser peor”, esgrimió lógicamente.
Las amenazas también son graves porque hacen que nadie pueda alzar la voz por un reclamo legítimo: “ya no sabemos los padres como manejarnos con el Concejo, porque la directiva y los docentes están atados de pies y manos. La directora tiene completamente prohibido hablar”; concluyó.