La Licenciada en Psicología, Marta Crichigno, habló esta mañana en la 99.9 sobre las falencias del sistema educativo argentino. “Es difícil hablar de educación como si fuese un sistema aislado. Hay que asociarla con una cuestión socioeconómica y política”, destacó.
Los problemas del sistema educativo nacional fueron tema de análisis en Noticias&Protagonistas a través del diálogo con especialistas como Andrea Alliaud y Sandra Ziegler en los últimos días. Las conversaciones despertaron el interés de personas que viven este problema desde otro lado. Es el caso de Marta Chiringo, Licenciada en Psicología, quien habló esta mañana con la 99.9 y comentó su trabajo con la familia. “La educación y la salud requieren mucha atención. Desde mi lugar de terapeuta familiar digo que es difícil hablar de la educación como un sistema aislado, hay que asociarlo a una cuestión socioeconómica y política. Es un entramado, una red que tiene que ver con el vínculo de cada protagonista que son varios”, comentó.
Chiringo destacó la importancia de que se considere al niño dentro del propio sistema: “por un lado está la escuela, que tiene su currícula que baja desde el Ministerio de la Nación, tenemos los directivos y la formación de los profesores. A veces se deja de lado el alumno, niño o adolescente; y a las familias, que tienen sus problemáticas particulares. Los profesores taxi que tienen muchas horas ven alrededor de 200 o 300 alumnos, y así se da una deshumanización del sistema educativo. Los adolescentes pasan a ser una nota aprobada o no”.
Más allá de la formación de los profesores, hay otros factores que complican la tarea de los educandos. “Los profesores con buena formación tienen realidades muy disímiles. También hay familias con un determinado nivel socio-económico que necesitan escuelas con una cantidad de carga horaria muy grande o con materias extracurriculares. En algunos colegios, los niveles de frustración y marginación que las familias depositan en la escuela suman agresión y cuestionan todo”, resaltó Crichigno.
Para ser clara en su idea, comparó la realidad de los maestros con la de los efectivos policiales: “hago una homologación del docente con el policía. En décadas anteriores eran referentes. Hoy en día es todo lo contrario. En las familias se descalifica a los docentes, las escuelas y los directivos con los niños adelante. Se perdió la cuestión de que los docentes son un referente. Se ha dado un deterioro de los sistemas de valores de la familia, el respeto y la autoridad”.
Otro de los factores que influyen en la problemática tiene que ver con la falta de límites por parte de todos los actores. “Veo familias bien constituidas donde papá y mamá le tienen miedo a poner el límite. Trabajo con docentes que tienen temor a las respuestas de las familias. Hay un lineamiento desde el Ministerio de Educación basado en la inclusión, que hace que el docente no pueda hacer notar una inconducta o mala contestación porque, si lo hace, parece que excluye al alumno. Ahí la figura de autoridad desaparece”, anunció la licenciada.
Por último, sumó como concepto la deserción y los motivos que llevan a esa decisión: “la deserción escolar también es terrible. Estuve trabajando con un directivo escolar que estuvo pugnando en La Plata para poner una guardería en el colegio por los embarazos adolescentes, que es otra problemática”. Todos estos temas deben ser abordados, según Crichigno, para crear un sistema mejor: “tenemos que pensar entre todos un cambio, pero no utópico. Hay realidades para repensar aquí y ahora”, finalizó.