El defensor del pueblo local, Cristian Azcona, indicó en la 99.9 que el Estado no ha aplicado políticas concretas y efectivas para contener a los jóvenes en situación de calle que se encuentran en el centro de Mar del Plata. Además, sobre la venta de tolueno a menores, indicó que “se hicieron algunos operativos en su momento, pero últimamente no se han realizado”.
La situación de los jóvenes que viven en las calles en pleno centro de Mar del Plata, ha mejorado en algunos aspectos, pero en otros sigue teniendo muchas falencias. Esto lo explicó en la 99.9, el integrante de la Defensoría del Pueblo local, Cristian Azcona, quien había impulsado la lucha contra la venta de tolueno a menores, algo que está prohibido, pero se sigue realizando.
“Se ha avanzado más en la tarea preventiva con los chicos. Detectar un comercio que venda tolueno o pegamento a los menores es difícil, algunos operativos se hicieron pero últimamente no se han realizado. Hay una política más seria con los menores en la vía pública sobre todo en el micro y macrocentro”, destacó.
Respecto a la acción humanitaria, el defensor del pueblo advirtió que “hay una entidad religiosa que se llama “Rescate en acción”, que es evangélica y nos ha dado una gran mano en detectar donde están estos chicos. Creemos que en el área de minoridad de la Municipalidad hay falta de recursos y de material humano. Nos habían dicho que iba a haber un trailer donde podrían estar los chicos y se los podía informar sobre algunas cosas”.
El Estado en medio de la acción que debería implementar, no hace demasiado y es uno de los reclamos que elevó públicamente Azcona: “a veces tengo muchas más respuestas de la parte privada que del Estado. Siempre pretendemos más, de lo que pasaba en diciembre a este punto hubo cambios, pero los chicos adolecen de toda responsabilidad. Algunos no quieren que se los ayude”.
Además de la recuperación de los menores, no hay herramientas para hacer un seguimiento de la situación una vez que se los puede reencontrar con su familia. “La respuesta concreta es cuando podemos recuperar chicos. Esto no sólo es sacarlos del centro y llevarlos a la casa con sus padres, sino hacer un acompañamiento con su familia y ofrecerles contención, que es el rol del Estado. Lo que pasa es que en el Estado encuentro muchos peros”, destacó.
La situación es concreta y clara, a pesar de las limitaciones que puede tener el propio Azcona en su discurso: “uno no siempre puede decir todo lo que piensa porque uno tiene que ser una parte conciliadora, pero lo cierto es que los chicos siguen estando en la calle. Si uno se queda desde la oficina diciendo esto no tengo, esto me falta, esto no puedo hacer; la verdad que no está bueno”.
La falta de personal, de insumos, de presupuesto y de voluntad para trabajar, son un cóctel peligroso: “le he pedido al Estado Municipal que trabaje de una manera más seria de contención de los menores y se ha hecho; pero después para hacer la tarea de campo, a los únicos que veo es a los chicos de esta entidad religiosa”, concluyó.