Elon Musk, fundador del fabricante de vehículos eléctricos Tesla, anunció que ha liberado todas las patentes de la compañía como parte de un esfuerzo para combatir el cambio climático. La compañía no emprenderá demandas por uso de patentes “contra nadie que, de buena fe, quiera usar” su tecnología, escribió Musk en un blog. Él argumentó que es imposible para Tesla fabricar ya la cantidad de autos eléctricos necesarios para enfrentar la crisis del cambio climático, y que necesita hacer una contribución a la causa ambiental.
El polémico Elon Musk dijo que él es escéptico respecto a las patentes industriales, que con demasiada frecuencia sólo sirven “para reprimir el progreso” y ayudar a enriquecer a las grandes corporaciones y a los abogados antes que a los inventores.
Musk dijo que en el pasado se sintió obligado a presentar patentes para que Tesla evitara que las grandes compañías automotrices copiaran su tecnología y utilizaran enormes aparatos de marketing y ventas para apropiarse del mercado.
“No podríamos haber estado más equivocados. La desafortunada realidad es la opuesta”, dijo Musk, quien señaló que las unidades y modelos de automóviles eléctricos o de energías limpias “son muy pocos o inexistentes” en las grandes compañías.
Considerando que la producción de automóviles continúa en 100 millones al año, “es imposible para Tesla fabricar autos eléctricos en la suficiente cantidad para enfrentar la crisis del carbono”, alegó Musk.
“Creemos que aplicar la filosofía de código abierto a nuestras patentes fortalecerá, y no disminuirá, la posición de Tesla” y la capacidad de atraer ingenieros talentosos, dijo.
Es una decisión muy generosa del fundador y CEO de Tesla: la compañía es pionera en muchos aspectos, en especial en lo relacionado con la batería, basada en el uso de pilas convencionales. Tesla tiene patentes importantes y permitir que todo el mundo pueda usarlas, gratis, es inédito en la industria tecnológica.
Sin ir más lejos, durante el más reciente fin de semana se conoció la noticia de la detención de un ciudadano chino, por supuestamente robar secretos de Project Titan, el vehículo autónomo de Apple.
Es una industria en la que la más pequeña idea se cuida fuertemente para proteger su valor monetario.
También es cierto que no todo el mundo tiene la capacidad mecánica para hacerse su propio vehículo, y Musk debe haber trazado una curva entre el beneficio de la publicidad gratuita y la estimación de los especialistas en probabilística acerca de cuántas unidades perderá de facturar.
Por ejemplo, en el Tesla básico es muy interesante la ubicación del volante como los pedales como accesorios secundarios ya que la pantalla táctil de 15 pulgadas situada en el centro del habitáculo es el eje de todo.
Luego, los sensores: cada unidad tiene múltiples cámaras que luego se reflejan en la pantalla con sus avisos de acercamiento. El vehículo es capaz de advertir en tiempo real todo lo que ocurre alrededor y dibujarlo.
El vehículo conoce si pasa al lado una moto o un coche o un camión o una bici o un peatón.
Además, empieza a encender las alarmas con más de 62 centímetros de distancia, lo que hace que sea casi imposible rozar el coche con nada, sin mencionar la cámara trasera gigante que se muestra en la pantalla cuando se da marcha atrás.
Luego, es una característica del automóvil la conexión independiente a internet, con actualizaciones continuas, al estilo de cualquier teléfono (no deja nunca de mejorar los sistemas, incluso con cambios físicos: por ejemplo, el autopilotaje vendrá en una de estas actualizaciones), los mapas que se adaptan al tráfico y la fusión con tu móvil.
Desde su ‘app’ se puede desde abrir el coche usando el teléfono como controlar sus constantes y saber, incluso en el extranjero, la situación exacta del automóvil. Incluso limitar la velocidad máxima si decide dejárselo a su hijo.
El Tesla se enchufa en las noches para evitar acudir siempre a ‘supercargadores’ con gran potencia que pueden dañar la batería, y la red de estas estaciones de Tesla tienen sus propios cargadores gratuitos a los que se puedes acudir si no hay prisa.
En 2018, Tesla hizo público el código fuente del software que controla sus vehículos, incluyendo el autopiloto (que permite estacionar solo o salir del garaje andando detrás del piloto).
Precisamente, 2018 fue un año caótico para Musk, y casi le cuesta el puesto de CEO.
Pero en 2019 busca regresar a la normalidad.
Él está dando un paso intermedio hacia un coche completamente autónomo. No es sencillo. Por ejemplo, el frío intenso puede agotar las baterías de los automóviles eléctricos, reduciendo temporalmente su autonomía en más de 40% cuando se utiliza la calefacción.
Los dueños de vehículos producidos por Tesla se quejaron en redes sociales acerca de la reducción del rendimiento y congelación de las manijas de las puertas durante la ola fría.
El estudio de 5 vehículos eléctricos realizado por la AAA, una asociación estadounidense de ayuda al automovilista, concluyó que las temperaturas elevadas pueden reducir la autonomía, pero no tanto como el frío.
Muchos automovilistas descubrieron las limitaciones cuando gran parte de USA fue azotado por una intensa ola de frío.