Anthony Gilberthorpe, ex militante del Partido Conservador, asegura que hace 25 años él mismo le proporcionó a Margaret Thatcher una lista con los nombres de ministros y altos funcionarios de su gabinete supuestamente implicados en una red de abusos de menores.
En declaraciones a The Mirror, Gilberthorpe aseguró estar dispuesto a colaborar en la investigación: “creo que soy un testigo clave, pues a mí mismo me pidieron que buscara chicos menores de edad para las fiestas ilegales”.
“Estoy seguro de que Margaret Thatcher sabía que había varios de sus ministros implicados”, afirma Gilberthorpe. Y reiteró que le entregó personalmente a la “premier” conservadora una carta con los nombres de varios miembros de su gabinete, “algunos de los cuales aún están vivos”.
“Yo le dije a Thatcher que varios de sus ministros participaron en estas fiestas con chicos de 15 o 16 años, en las que también corrían drogas ilegales”, recalca Gilberthorpe.
Entre los sospechosos ya muertos, Gilberthorpe destaca sobre todo dos nombres: el ex secretario de Educación Keith Joseph, considerado ideólogo del thatcherismo y fallecido en 1994; y el ex ministro Rhodes Boyson, que ocupó varios cargos en gobiernos conservadores y defendió públicamente el castigo corporal en las escuelas (murió en 1987).
Peter Hugh Morrison, ex secretario personal de Thatcher (muerto en 1995), había sido ya acusado a posteriori de varios casos de abuso. El ex diputado conservador Rod Richards llegó a implicarlo en el escándalo de los hospicios de Gales: se calcula que más de 650 niños sufrieron abusos entre 1974 y 1990.
Además, en su momento Margaret Thatcher trabó amistad con el comediante de la BBC Jimmy Saville y presionó para que le concedieran un título nobiliario. Tres años después de su muerte, Saville está considerado por Scotland Yard como “el mayor depredador sexual de la reciente historia” de Gran Bretaña, con al menos 450 casos de abuso de menores a sus espaldas.
Según las nuevas revelaciones de Gilberthorpe, el ex fiscal general durante la era Thatcher, Michael Havers (muerto en 1992) no solo estaba al tanto de lo que ocurría sino que participó supuestamente en una de las fiestas ilegales en Blackpool. El papel de Havers en el posible encubrimiento político del escándalo ha sido el detonante de la dimisión de su hermana, la juez Elizabeth Butler-Sloss, a los tres días de su designación al frente de la investigación sobre la pederastía.
El gobierno Cameron está buscando a toda prisa un sustituto sin vínculos directos o indirectos con el establishment de los años ochenta. Uno de los candidatos más firmes es Ian Kennedy, que ganó prestigio con la investigación de los gastos parlamentarios que removió los cimientos de Westminster hace una década.
En sus declaraciones al Daily Mirror, Anthony Gilberthorpe menciona también el papel desempeñado por William Hague, que acaba de renunciar como titular del Foregig Office: “no recibí ninguna respuesta a mi carta por parte de Downing Street, pero en cambio me citaron en una sala de té en la Casa de los Lores y mantuve un encuentro con William Hague, que entonces era diputado por Richmond. No tengo ni idea de lo que Hague llegó a hacer con mis acusaciones, pero sí recuerdo que en aquella reunión me sentí intimidado y rodeado por funcionarios que me preguntaron por el contenido de la carta”.