El Ejército ucraniano ha comenzado a utilizar sus aeronaves no tripuladas The Punisher, capaces de acabar con los suministros rusos atacando el almacenamiento de combustible, los suministros de munición y las estaciones de guerra electrónica hasta 48 kilómetros detrás de las líneas enemigas.
Estos drones ya han completado más de 60 misiones de manera exitosa. El ingeniero ucraniano Eugene Bulatsev, perteneciente a la empresa fabricante UA Dynamics, ha dicho que estos dispositivos son “la forma más barata y sencilla de asestar un golpe a larga distancia, sin arriesgar la vida de los civiles”. Su envergadura es de solo dos metros y medio y pueden volar durante horas a unos 400 metros de altura.
El sistema tiene capacidad para lanzar tres bombas a la vez o incluso alcanzar tres objetivos distintos y luego volver a la base para ser recargado y enviado de nuevo a la batalla en cuestión de minutos. Solo necesitan las coordenadas de su objetivo para poder levar a cabo su misión de forma automática.
Su pequeño tamaño lo hace indetectable por los radares y según lo que explica la empresa es capaz de alcanzar una velocidad de crucero de 20 metros por segundo.
La compañía ucraniana UA Dynamics se fundó tras el inicio de los combates en el Donbás en 2014, donde el Punisher ha sido utilizado los últimos seis años. En su momento nació gracias al impulso de un grupo de exsoldados que participaron en la guerra con Rusia por la anexión de Crimea en 2014.