Rita es vecina del Barrio Fortunato de la Plaza. Esta mañana en la 99.9 denunció la presencia de okupas en la zona de Vértiz y la vía. “Hace 10 días empezaron a poner casas de chapa y tomaron todo. Desde ese momento, los robos son diarios”, indicó. Aunque se presentó ante la Municipalidad para exponer la situación, nadie le dio respuestas.
Los terrenos tomados y las usurpaciones son moneda corriente en Mar del Plata desde hace un tiempo. Ningún barrio está exento de esta modalidad. Y ahora se suma también el incremento de la delincuencia alrededor de estos asentamientos.
En esta oportunidad, el Barrio Fortunato de la Plaza es el afectado. Esta mañana en la 99.9, Rita, vecina del lugar, comentó: “en la zona de Vértiz y la vía hace 10 días empezaron a poner casuchas de chapa y está todo tomado. Desde ese momento, los robos son diarios. Andan en motos sin luces, de a dos, y te roban a toda hora del día. Siempre hubo robos, pero ahora está peor. En la zona de Camusso y Hernandarias también tomaron terrenos. Hay familias completas”.
A pesar de utilizar las herramientas que todo vecino tiene al momento de pedir soluciones, Rita no recibió ningún tipo de respuesta de parte de los funcionarios responsables: “intenté quejarme en la Municipalidad, porque hace rato que pasa. Los vecinos empezamos a hacer denuncias y la policía nos daba bolilla, pero ahora no. Fuimos a la Municipalidad y pregunté qué tengo que hacer. Fui al Banco de Tierras, que es donde está César Regidor, y me dijeron que tengo que ir yo a ubicar al dueño del terreno y que él se encargue”.
Obviamente, ésa no es la alternativa. Por eso la vecina se quejó de lo desamparados que deja el Municipio a los ciudadanos: “tiene que haber una institución que te proteja. Ahora la policía no hace caso. Nosotros vivimos en un complejo de duplex que están construidos en U dentro de la manzana. Hace dos meses y medio se nos metió gente. Hicimos la denuncia y nos trataron como delincuentes; tuvimos que ir a Tribunales tres días, dejar de trabajar para presentar las escrituras. A los 15 días recién logramos sacarlos, el titular del terreno es el investigado”.
En el medio está la policía de la zona en la Comisaría 16º, que ahora no responde tampoco a los vecinos: “es una zona muy jodida, la policía no anda. Los patrulleros no tienen nafta y los móviles son un desastre. No hay nadie que te defienda, no está funcionando nada y eso preocupa”. En ese estado de indefensión, lo primero que se piensa es en abandonar el lugar, pero surge otro inconveniente: “las propiedades se desvalorizan, entrás en un juego que no querés. No quiero vivir más acá, pero no puedo hacerlo porque la casa no tiene valor”.
La única posibilidad es resistir hasta donde se pueda: “tengo tres hijos adolescentes a los cuales tengo que llevar y traer al colegio porque es peligroso, no pueden hacer una vida normal, tomar un colectivo y manejarse ellos porque es imposible”.