María Villola trabaja en el área de Cultura en nuestra ciudad. Esta mañana en la 99.9, habló sobre el incremento de los nombramientos, que se contradicen con un prespuesto cada año menor y numerosas falencias.
El área de Cultura en el Partido de General Pueyrredón puede incluirse entre las más devastadas y descuidadas. Al contexto de abandono absoluto se sumó un hecho que colmó la paciencia de los empleados: una nueva designación al frente de la Secretaría de Cultura que favorece a Juan Rey.
María Villola habló esta mañana en la 99.9 en su calidad de trabajadora administrativa del área de Cultura en el Museo “Casa del Arroyo”: “tenemos gente muy capacitada que hace lo posible para sostener los servicios, a veces en condiciones bastante difíciles, como las bibliotecas a las cuales les redujeron el presupuesto. Eso viene pasando en los museos que se mantienen gracias a las recaudaciones de temporadas”.
La gestión Pulti no ha hecho más que sacar dinero del área para destinarlo a otros sectores, y eso afecta notablemente el funcionamiento de la cultura local: “con el correr de los años se ha perdido el nivel en cultura, en el sentido del presupuesto. Ahora, cada una de las áreas como que se va autogestionando. En ese marco, empezamos a ver la cantidad de nombramientos de gente que todavía uno se está preguntando qué proyecto han tenido”.
María, cansada de las precariedades, pidió al Ejecutivo municipal que reaccione ante la evidencia del conflicto: “en los últimos años ha habido 5 o 6 directores generales, más el Secretario, que es el funcionario político. Esta gente es administradora de los fondos públicos. Nos hemos transformado en una monarquía donde parece que el Ejecutivo pone su dinero para todo, pero son administradores del dinero nuestro”. Además, instó a que no se nombren más personas sin motivo: “tiene que haber una justificación de los cargos que se otorgan y un control sobre ellos para ver qué producen, eso no está pasando”.
Aunque la de María es la opinión de muchos, por ahora es la única persona que se animó a expresar públicamente lo que sucede: “la situación de las bibliotecas, incluso la pública, es terrible. Hace 6 años que no hay política cultural, que no hay un director que se reúna con todos los responsables de distintas áreas. A muchos empleados nos interesa que las cosas se hagan mal. No hemos tenido nunca personas a cargo que sepan cómo se desarrolla la cultura y cómo se maneja”.
A pesar de la designación de Juan Rey, no apuntó hacia él como foco de las críticas, sino a la necesidad de un cambio y un mayor presupuesto: “a Juan Rey no lo conozco personalmente, pero la gota que colmó el vaso fue la nueva designación; sobre todo, en un marco donde nos están cortando las horas extras, tardaron en pagarnos el aguinaldo. Trabajo en la Casa del Puente, haciendo la administración; trabajamos con sillas de plástico, una madera sobre dos caballetes y todos los pedidos que hacemos vuelven porque no hay presupuesto”.