El ataque dejó dos muertos en el centro de Oslo y 21 heridos; el Gobierno apunta a un ciudadano que pertenece a una “red islamita”.
Tras el ataque en la capital de Noruega, que dejó dos muertos y 21 heridos, el gobierno de ese país informó que investiga la pista de una “acción terrorista islamista” y anunció que se identificó un ciudadano de origen iraní como autor de los disparos. El hecho, que involucró a un bar LGTBI, obligó a cancelar la marcha del orgullo que estaba prevista para este sábado.
Oslo, la capital del país, amaneció el sábado con la noticia de la balacera. El atacante inició esta madrugada los disparos en el exterior de un pub, donde murieron dos personas, y luego continuó delante de un club LGBTI aledaño, el London Pub, en pleno centro de la ciudad, que por entonces estaba repleto de gente. Hubo, además, 21 heridos, que ya se encuentran fuera de peligro.
El agresor fue apresado poco después. La policía de Oslo indicó que el presunto autor del tiroteo era un noruego de origen iraní de 42 años. El jefe de los servicios de inteligencia encargados del antiterrorismo del país, Roger Berg, declaró que, el hombre, estaba bajo seguimiento y sostuvo que tiene “dificultades relacionadas con su salud mental”.
Las autoridades noruegas precisaron que el acusado tenía “un largo historial de violencias y amenazas”. El servicio de inteligencia lo tenía en su radar “desde 2015 por preocupaciones respecto a su radicalización” y su pertenencia “a una red islamista”, pero las conversaciones con él el mes pasado no concluyeron que tenía “intenciones violentas”, agregó Berg en una rueda de prensa.
Algunos medios noruegos identificaron el sospechoso como Zaniar Matapour, un padre de familia de origen kurdo iraní, que llegó a Noruega de niño. En el lugar de los hechos se incautaron dos armas: una automática y una corta, que la policía describió como “antiguas” . Un periodista de la radiotelevisión pública NRK presente en la escena explicó que el atacante llegó con una bolsa de la que sacó el arma con la que disparó.
Algunos civiles ayudaron a capturarlo y prestaron ayuda a los heridos, según la policía, que saludó una “contribución heroica”. El sospechoso había tenido con anterioridad conflictos con la policía por infracciones leves como llevar un cuchillo o poseer estupefacientes. El hombre fue detenido el sábado, poco después de la una de la mañana, cinco minutos después de los primeros avisos a la policía.
El abogado del acusado, John Christian Elden, indicó a la agencia noruega NTB que esperaba que su cliente sea sometido a “observación judicial” para determinar su estado mental, como suele ocurrir en los casos graves.
De momento, la policía considera que el autor del tiroteo actuó solo, aunque todavía se tiene que investigar si contó con ayuda para preparar el ataque.
Marcha anulada
La marcha del Orgullo LGBTI, que tenía que celebrarse el sábado por la tarde en Oslo, fue anulada. A raíz de las recomendaciones “claras” de la policía noruega, “todos los actos relacionados con el ‘Oslo Pride’ [Orgullo de Oslo] se anularon”, escribieron los organizadores en un comunicado publicado en Facebook.
Como muestra de solidaridad, se colocaron banderas arcoíris y ramos de flores cerca del lugar del ataque, que fue acordonado, observaron periodistas de AFP. ”El día de hoy nos recuerda que el Orgullo es un día por el que debemos luchar, que todavía no hemos logrado el objetivo”, declaró Trond Petter Aunás cerca del lugar de los hechos.
Un desfile espontáneo reunió también a cientos de personas. Algunas gritaron “Estamos aquí, somos gay. No vamos a desaparecer”. Una participante de unos 50 años explicó a AFP: ”Creo que es fantástico que tenga lugar esta marcha. De lo contrario, hubieran ganado”.
La policía desplegó refuerzos en la capital para hacer frente a eventuales incidentes. Y los servicios de inteligencia elevaron el nivel de amenaza, calificando la situación de “extraordinaria”.
“Estamos unidos”
”Hoy debíamos celebrar el amor y pintar nuestras calles con los colores del arco iris. En cambio, estamos abrumados por el luto”, reaccionó el primer ministro noruego, Jonas Gahr Stóre, en una rueda de prensa. ”Aunque no estemos seguros de que haya sido la comunidad gay el objetivo, sabemos que (ellos) son las víctimas”, añadió. “Compartimos su desesperación. Estamos unidos”, agregó.
El rey Harald se declaró “horrorizado” en un comunicado oficial. “Debemos juntarnos para defender nuestros valores: la libertad, la diversidad y el respeto”, indicó.
En tanto, el presidente francés Emmanuel Macron y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, fueron algunos de los líderes mundiales que condenaron el ataque. El asesor de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Jake Sullivan, describió al hecho de “aterrador”.
Generalmente pacífica, Noruega vivió una jornada negra el 22 de julio de 2011 cuando el extremista de derecha Anders Behring Breivik mató a 77 personas en un atentado bomba contra la sede del gobierno en Oslo y un tiroteo contra una reunión de jóvenes del partido laborista en la isla de Utoya.