El límite para la implantación finaliza en pocos días. Hubo germinación despareja y problemas de emergencia. No hay pronostico de lluvias abundantes para los próximos días.
Esta campaña gruesa, la superficie de maíz caerá sustancialmente debido a las enormes pérdidas causadas el ciclo anterior por el avance de la chicharrita, una plaga transmisora de la enfermedad del achaparramiento del cultivo. Además, en la mayor parte del área, los productores han decidido hacer siembras tempranas, ya que los cultivos tardíos (de diciembre) son los más susceptibles a los ataques del insecto. No obstante, debido a la falta de lluvias que afecta desde hace tres meses a la zona agrícola, el maíz está en pausa y apenas se pudo sembrar la mitad de lo proyectado. El escenario es preocupante ya que no hay pronósticos de precipitaciones significativas para la próxima semana y el límite para la implantación óptima de la gramínea es fines septiembre, aunque ya se habla de extenderla a la primera quincena de octubre.
Hasta el momento, se han sembrado casi 700.000 hectáreas, solo el 49 % del área intencionada. El avance semanal de las labores fue del 10%, pero en muchas zonas las sembradoras no trabajan desde las lluvias de Santa Rosa.
Además, gran parte de los lotes sembrados han tenido problemas de emergencia y se considera que las plantas no pueden tolerar más de 10 días en estas condiciones de déficit hídrico.
“La situación es bastante compleja para el maíz, la siembra está completamente paralizada y lo implantado en la última tanda está naciendo desparejo, todo por la falta de agua”, alertó Cristian Russo, jefe de la Guía Estratégica para el Agro (GEA) de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR).
Las áreas más comprometidas, según el relevamiento de la GEA, son el sudeste cordobés, donde apenas se cubrió un 20% de la superficie, y el centro sur de Santa Fe, con un 63% de avance pero con serias dificultades para continuar. Allí, aunque la ventana de siembra debería cerrarse en septiembre, algunos productores especulan con extenderla hasta mediados de octubre. Hay una gran incertidumbre “especialmente en quienes han comprado la semilla y el fertilizante y no saben si van a poder cumplir con sus objetivos de siembra, y más todavía en las explotaciones tamberas “, informan técnicos de Carlos Pellegrini.
En el noroeste bonaerense “la siembra se detuvo a la espera de lluvias, pero la situación es algo más holgada gracias a una ventana de siembra más amplia, ya que la campaña pasada el daño causado por la chicharrita fue insignificante”, explicaron desde la BCR.
Por su parte, en el extremo sur santafesino y el noreste bonaerense, esta semana siguieron sembrando aunque en los últimos días las máquinas también debieron parar por falta de humedad.
Russo indicó que la primera tanda de lotes sembrados “se hizo sobre buenos lotes y casi inmediatamente después de la tormenta de Santa Rosa, las plantas nacieron bien”. Sin embargo, en la tanda siguiente, la germinación ja sido despareja y se observan problemas de emergencia. “No me animo ni ir a verlo”, reconoció un ingeniero que produce en Aldao. “Lo sembrado puede tolerar 10 días en estas condiciones, pero lo perjudicaría mucho si se da tiempo frío con esta escasa humedad en el suelo, lo que podría provocar pérdidas de plantas”, advirtieron desde la GEA.
Los pronósticos meteorológicos anuncian posibilidad de tormentas aisladas en intermitentes el lunes 30 de septiembre, que incluirían chaparrones pero no se esperan más de 5 milímetros en la zona núcleo y en la madruga del martes, volvería a mejorar el tiempo.