La fabricante de automóviles japonesa Toyota pagará a Estados Unidos una multa de
US$1.200 millones para cerrar una investigación iniciada en 2010 sobre problemas de seguridad en algunos de sus vehículos.
En 2009, la fabricante de automóviles advirtió que más de diez millones de vehículos Toyota y Lexus, en su mayoría en Estados Unidos, tenían varios problemas: frenos, pedales y alfombras defectuosos.
Entre 2010 y 2012, Toyota pagó multas que ascienden a US$66 millones por demorarse en reportar problemas en el sistema de aceleración.
El acuerdo fue anunciado por el fiscal general de EE.UU., Eric Holder, y el secretario de Transporte, Anthony Foxx, en una rueda de prensa realizada este miércoles. “Más que rápidamente dar a conocer y corregir problemas, Toyota emitió comunicados engañosos a los consumidores y aportó hechos erróneos a miembros del Congreso”, dijo Holder durante la rueda de prensa. Y añadió que se trata de la mayor pena financiera impuesta a un fabricante de autos.
Holder también comentó que Toyota admitirá toda la culpa de su error y consideró que el comportamiento de la firma fue “vergonzoso”. “Esto ha sido mostrar una flagrante falta de respeto por las normas que hemos diseñado en Estados Unidos para proteger a los clientes”, sostuvo el Fiscal General.
La empresa japonesa había retirado de circulación varios modelos, incluidos el popular Camry, entre 2009 y 2010.
Estos problemas habían mermado la fuerte reputación de Toyota y afectaron sus ventas en Estados Unidos, donde es una de las marcas más vendidas. La empresa también fue criticada por el manejo de la crisis, acusada de no responder de forma adecuada y siempre buscando proteger la imagen de la marca. Actualmente, ha desembolsado varios millones de dólares en multas por el retraso en la respuestas sobre sus problemas de seguridad.
Voceros de Toyota afirmaron que se están realizando profundos cambios en la forma de afrontar este tipo de crisis y que se encuentran en un proceso de reconstrucción de las relaciones con sus clientes.
“En el momento de esos retiros, aceptamos toda la responsabilidad sobre cualquier duda que existiera sobre nuestros productos. Ahora estamos dedicados a ganarnos de nuevo su confianza”, dijo Christopher Reynolds, jefe de la oficina legal de Toyota en Norte América en un comunicado. Y agregó: “estamos haciendo cambios fundamentales a través de nuestras operaciones globales para convertirnos en una compañía más responsable, que escuche a sus clientes y tome medidas proactivas para prestarles un buen servicio”.