La docente Adriana Derosa se refirió esta mañana en la 99.9 al programa que lleva adelante en la Escuela 41 de Punta Mogotes donde aborda junto con los alumnos distintas aristas de la violencia de género. “Los chicos se van apropiando de los conceptos, se crean vínculos de confianza con los adultos que los rodean y eso es un avance grandísimo”, remarcó.
Actualmente la violencia de género es un tema común en los medios de comunicación, pero a pesar de las malas noticias que se transmiten constantemente; hay personas que están trabajando para tratar de advertir sobre esta cuestión a los jóvenes.
La docente Adriana Derosa es una de ellas que está llevando adelante un programa en la Escuela Nº 41 de Punta Mogotes y que explicó esta mañana en la 99.9: “es un proyecto que surgió en el ámbito de la escuela con la que concursé a nivel provincial. Ganamos un subsidio para llevarlo a cabo. Con los chicos de 1º, 2º y 3º año hicimos un trabajo de narración oral sobre historias reales de violencia de género. Los más grandes, con los delegados de curso, hicieron una intervención teatral que ahora llevaremos al Congreso y trata la violencia simbólica sufrida por las mujeres dentro del ámbito escolar”.
Han abordado un tipo de abuso que sucede en lo cotidiano y que no es registrado con la misma fuerza: la violencia por discriminación: “es violencia de género que sufren las chicas dentro del aula y de la que muchas veces no se habla. Lo padecen muchas chicas por ser más gorditas, por no ser popular, la que no tiene ropa de moda o la que tiene un novio violento”, detalló Derosa. Incluso luego agregó que “trabajamos el concepto de la deseabilidad. La sociedad contemporánea nos hace creer que el único valor que tiene la mujer es la deseabilidad”.
Ante estos ejercicios, hay distintas reacciones, pero sobre todo en los varones que son los que habitualmente ejercen la violencia de género: “los varones vienen de hogares donde reproducen discursos. Había chicos sumamente preocupados por sus hermanas y sus novias y otros que creían que a las chicas les gusta que las golpeen. Esto se escucha permanentemente en la escuela”, destacó.
A partir de la tarea que han llevado adelante, se han dado cuenta que hay un cambio en las conductas de los jóvenes: “los chicos se van apropiando de los conceptos, se crean vínculos de confianza con los adultos que los rodean y eso es un avance grandísimo”.
Como se avanza en algunas cuestiones, se retrocede en otras constantemente: “hay toda una corriente que no quiere que se use la palabra Bullying porque le tienen miedo a una palabra extranjera. Creen que ponen a los chicos en un rol fijo, que el que agrede siempre agrede y el que es víctima, siempre es víctima”, explicó Adrian Derosa.
Por último, habló sobre otros de los puntos importantes en la formación de los varones abusadores: la influencia de las madres. “Las madres formamos hijos varones de una manera y cuando alentamos algunas cosas o les desalentamos otras, somos artífices de conductas que quedarán en las estructuras psíquicas. Las mujeres a veces somos muy machistas”, concluyó.