Así lo confirmó el titular del Incucai, Dr. Alberto Maceira. De esta manera, Argentina pasó a ocupar los primeros lugares de América Latina en esta materia.
Hace más de 10 meses, la ley Justina se aprobaba por unanimidad en el Congreso y se convertía en una verdadera esperanza para los pacientes. Es que con esa normativa, toda persona es donante hasta tanto no exprese lo contrario. A raíz de su entrada en vigencia, el proceso comenzó a fluir de forma más aceitada y en la actualidad el incremento fue exponencial. Desde el INCUCAI hablan de un 60 por ciento de crecimiento de donación de órganos y de un 62 por ciento de tejidos. De hecho, en los primeros meses del año, se han realizado 210 trasplantes más con respecto a igual periodo del año pasado.
“Si bien no existen rankings, recientemente la Organización Nacional de Trasplante de España, que es un poco la referencia mundial en el tema, sacó un comunicado diciendo que la media en toda la comunidad europea es de 22 donantes por millón de habitantes y nosotros tenemos un proyectado para este año de casi 20 donantes por millón. Estaríamos en América Latina entre los tres primeros lugares. Es una cifra muy grande”, precisó el presidente del Incucai, Dr. Alberto Maceira.
En diálogo con Popular, el especialista puntualizó que la cantidad de personas que rechazaron ser donantes bajó de manera significativa en este último año: pasó de casi un 50 por ciento a un 16, una cifra tanto o más baja que los registros mundiales.
La mayor demanda
Entre los órganos más solicitados el primer puesto lo ocupa el riñón; luego le siguen el hígado, el corazón y el pulmón, mientras que la córnea es el tejido más requerido. “La explicación es que en nuestro país la hipertensión y la diabetes son dos patologías prevalentes y son dos enfermedades que llevan a la insuficiencia renal que necesita trasplante renal”, precisó.
La lista de provincias con mayor demanda coincide con la que tienen mayor cantidad de habitantes. En tal sentido, el ranking lo encabeza Buenos Aires, luego Santa Fe, Córdoba, Mendoza, Tucumán y Misiones.
Hoy en día, la lista de personas que requieren de un trasplante está manejada por el Sistema Nacional de Información de Procuración y Trasplante de la República Argentina (SINTRA) que además de garantizar la transparencia a la hora de la asignación de un órgano, le otorga más eficiencia al proceso.
“El sistema determina las prioridades de acuerdo a las características del donante y las del receptor”, precisó el especialista. De esta manera, se coteja la genética, el peso, la talla y el tamaño de ambas partes y eso es lo que determina el orden que va a ocupar el paciente en la lista.
El origen de esta suba
La gestora de que exista tal crecimiento en cuanto a la donación de órganos fue Justina Lo Cane, una nena de 12 años que falleció en noviembre de 2017 a la espera de un corazón que nunca llegó.
La chica estuvo internada durante tres meses en la Fundación Favaloro como consecuencia de una cardiopatía transgénica que le había sido diagnosticada cuando tan solo tenía 18 meses de vida.
Su familia batalló hasta último momento para que Justina lograra conseguir el tan ansiado corazón, pero el milagro no se consumó. Lejos de quedarse en el dolor, y siguiendo el pedido de su hija- que había solicitado antes de morir que se expandiera el mensaje para que la sociedad entienda la importancia de donar órganos-, es que sus padres llevaron adelante la lucha y presentaron la ley, la misma que permitió salvarle la vida a miles de personas. Un acto de amor que, afortunadamente, se multiplica año tras año.