Los restos que han quedado sin identificar de las víctimas mortales de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York han sido devueltos este sábado a la Zona Cero, donde se encontraban las Torres Gemelas, tras una marcha ceremonial por las calles de Manhattan.
Los 7.930 restos separados, transportados en contenedores sellados, han transitado en varios vehículos de la Policía y la Autoridad Portuaria desde el laboratorio forense de Manhattan al depósito habilitado en el Museo-Monumento Nacional 11 de Septiembre.
El depósito estará bajo la autoridad del forense jefe del Ayuntamiento de Nueva York, cuya oficina seguirá trabajando en la identificación de los restos. Este depósito está separado por un muro de las zonas de visita y solo el personal forense y los familiares de las víctimas solo podrán visitarlo, ha informado el Ayuntamiento.
Algunos familiares de los fallecidos han expresado su descontento con este traslado, ya que el lugar se ha convertido en un centro de atracción para los turistas. Además, aseguran que el depósito, situado bajo tierra, podría quedar inundado.
Coincidiendo con los actos oficiales del traslado, un grupo de familiares se han manifestado en silencio con cintas adhesivas negras pegadas en la boca. “Es evidente que el depósito de restos humanos forma parte del museo”, ha denunciado el presidente de la asociación Padres y Familias de Bomberos y Víctimas del World Trade Center.